Reflexión dominical
12 de marzo de 2023
,
8:00
Padre pistolas/Quadratín
Saciemos nuestra sed de espíritu.
- Ahora tenemos el tema del agua y el de la samaritana.
- El agua es un tema de las mayores necesidades humanas en aquel entonces y ahora.
- Camino del desierto en su vida de Egipto a tierra santa se escasea el agua y el pueblo de Israel le reclaman a Moisés y Josué que los saco de Egipto para matarlos de sed a ellos y a sus ganados, se pusieron a orar y por fin con dudas Moisés golpeo una roca con su cayado y brotó un manantial en donde ahora hay un hermoso oasis, pero Moisés no pudo entrar a tierra por esa duda que tuvo.
- En el evangelio de Mateo también hay ese tema del agua, pero también se puso a dialogar con una mujer en el poso de Jacob de 30 metros de profundidad en Sicar quedándose solo porque fueron los discípulos a comprar comida.
- Esa mujer había pasado como a muchas mujeres que se les hace fácil meterse con diferentes hombres y al final nadie las quiere a pesar de su juventud y su belleza y tienen que consolarse con vivir con un casado.
- Los samarios eran judíos que regresaron de Babilonia del destierro (722 a.c.) pero se habían revuelto con asirios y los judíos los consideraban impuros y les decían filisteos, y no les hablaban.
- Cristo le pide a la mujer agua en un diálogo muy hermoso, ella alegando que era samaritana, que Cristo no tenía una riata y una cubeta y Cristo aprovecha para decirle a la samaritana que tenía agua para la vida eterna y le dice que la hable a su marido y le contesta que no tengo marido, en eso tienes razón porque has tenido cinco y ahora el que tienes no es tu marido. Corre al pueblo a decirles que ha encontrado al mesías que ha adivinado su vida, llegan los apóstoles y se admiran que Cristo platique a solas con una mujer, esto a veces era motivo de divorcio y les dice que tiene otra comida, hacer la voluntad de su padre celestial, las primeras palabras del niño Dios fue “Que no saben que debo estar en las cosas de mi padre celestial” y las ultimas “Todo está consumado”.
- Creo que en caso de dudas en nuestra vida debemos preguntarnos: ¿Qué quiere Dios que yo haga?
- La mujer era infeliz a pesar de haber tenido tantas parejas, tenía sed espiritual y encontró como saciarse con las palabras de Cristo. Quienes deberán llenar no solo el estómago sino nuestro espíritu y todo nuestro ser.
- Saciar nuestra fe de esta manera, no es fácil pero debemos descubrir esa fe a lo largo de la vida.
- El ginecólogo le informa a la joven mujer, está usted embarazada y va a tener gemelitos ¿Cómo? ¡imposible!
- No soy casada y lo hicimos una sola vez.
Que Dios los bendiga.