Reacomodos en Michoacán
Hasta ahora no hay un pronunciamiento público para validar la encuesta que se llevó a cabo a fin de elegir a quienes integrarán la fórmula del Senado en la elección. No sé si lo habrá, pero es un hecho que todos, sin excepción, acatarán la decisión del órgano colegiado, pues ahora vendrá, todos sabemos, una reacomodo y, puede ser, la ventana de acceso para equilibrar la balanza de los demás puestos de elección popular que se jugarán. Eso, por supuesto, es una acción inminente para apuntalar la unidad que, como en todo proceso, es fundamental para ganar las elecciones.
Habrá, por sentido común, puestos de elección popular para quienes no ganaron la encuesta. Desde mi punto de vista, Giulianna Bugarini, por el efecto que mostró, tuvo que ser electa precandidata de Morena al Senado de la República, al igual que Carlos Torres Piña. Ambos fueron, en semanas previas, quienes más poder de convocatoria mostraron y, con ello, más estructuras constituidas presentaron ante la opinión pública. En vista de ello, se dice que Bugarini, para lo que se avecina, puede encabezar una de las primeras posiciones plurinuminales para el congreso local. Esa concepción tiene lógica y mucho sentido, incluso, como próxima coordinadora de la bancada de Morena. En efecto, la extitular de Bienestar en Michoacán parte como favorita en esa lista que, de hecho, aún no ha trascendido nada.
Para Carlos Torres Piña, en cambio, la suerte puede estar echada en una diputación federal y, en una de esas, en la propia candidatura para la alcaldía de Morelia. No sé en cuál enfocará sus ojos, lo que sí es un hecho es que, para el caso, será una tribuna para buscar la próxima candidatura— al gobierno del estado— donde es uno de los grandes favoritos. Eso es un hecho cantado que nadie puede negar. Lo mejor para él, no tengo duda, hubiese sido el Senado de la República, que tiene mayores reflectores e impacto. Empero, ser legislador no garantiza que seas abanderado por la gubernatura. Recordemos el caso de Cristóbal Arias Solís. La política, como sabemos, es el arte de lo posible. En ese sentido, la órbita puede girar y nadie puede cantar victoria, a pesar de cómo se dieron las circunstancias.
Será fundamental, queda claro, que la unidad sea el común denominador. Raúl Morón, por ejemplo, no puede menospreciar ni mucho menos minimizar el arrastre que ha ido acumulando Carlos Torres Piña, pese a que la correlación de fuerzas, como muy a menudo sucede, se viva en tiempos de definiciones políticas. De hecho, apenas concluya el nombramiento de diputaciones federales y locales, así como de ayuntamientos, tendrá que ser una sola expresión que, no tengo duda, quedará en manos de Alfredo Ramírez Bedolla. El gobernador, de hecho, será el liderazgo que encabece las tareas de planeación y organización en coordinación con el primer círculo de Sheinbaum.
De hecho, el gobernador de Michoacán, políticamente hablando, está en plenitud. La última encuesta de Massive Caller lo coloca entre los diez mejores mandatarios de México. A mi juicio, eso será una palanca de impulso para que Morena gane la mayoría de posiciones que estarán en disputa. Hablamos no solamente de la fórmula del senado, sino de la las diputaciones locales y federales. En ese orden, por ejemplo, la prioridad crece para que el legislativo lleve a cabo cambios constitucionales que fortalezcan las políticas públicas. Por esa razón, le apostarán a perfiles que, en este momento, vivan una apoteosis y, en suma, aporten a la causa.
A propósito, hay condiciones para que Michoacán se lleve carro completo. Ganará, no tengo duda, la presidencia de la República con gran margen de diferencia por el panorama que luce favorable.