Punto de encuentro
Día Internacional del Migrante
El pasado día 18, se conmemoró el Día Internacional del Migrante. Instituido hace 22 años -curiosamente- por la UNESCO, porque lo lógico es que hubiese salido la iniciativa de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) al cual le compete el tema. Pero bueno, de todos modos, se agradece la iniciativa. Con su proclamación se buscaba darle un marco de seguridad, dignidad y paz al migrante tanto en su trayecto como al lugar de su destino.
El rol que ha jugado la OIM, ha sido pobre por así decirlo. Los tiempos han cambiado y no estaría nada mal si se le viese con una actitud mas proactiva y aguerrida, a efecto de motivar con mas fuerza a sus países afiliados, a generar no sólo normas jurídicas para que ésta fuera de una manera mas ordenada, legal y segura para los migrantes, sino que generaran políticas públicas que les permitiese tener las mismas oportunidades -al menos- en el país receptor.
Ya que éstos en sí no son delincuentes y mayoritariamente, se ven forzados a migrar por la inseguridad que pone en riesgo su vida o las de sus familiares y/o por faltas de oportunidades en sus países natales o de residencia; situación extrema de insostenibilidad, que a pesar de los riesgos que conlleva migrar, deciden hacerlo pues al menos -para ellos- hay una oportunidad de mejorar que vale la pena intentarlo.
La emigración es un problema aún no resulto que lejos de ir bajando sus índices, por el contrario, aumentan cada vez más; lo que significa que algo no se está haciendo bien por parte de los distintos gobiernos. Y ésta trae consigo muchos mas efectos negativos que positivos, al menos a un corto y mediano plazo; que afectan las economías de los países involucrados, por la falta de solidez económica y productiva.
Y no es para menos, pues que un país de golpe o semanalmente reciba a una cantidad considerable de migrantes, que requieren de vivienda, alimentación y servicios públicos, no es cualquier cosa. Éstos colapsan y se genera un asunto de interés público muy delicado por lo que implica. Mas allá si su deseo es quedarse en México o transmigrar a los E.U.A.
Para el primer caso, todo lo que se haga (aunque costoso) pero es de utilidad permanente y, para el segundo caso, representa un costo mayor por su provisionalidad.
Se habla que a nivel mundial pasamos de 150 millones de migrantes a principios de los ’90 a 280 millones en el año 2020; es decir, en tres décadas, hubo un incremento de un 86%. Llamando mucho la atención dos cosas: el 48.1% de ésta, son mujeres y el 28% son menores a los 16 años de edad.
Ni la pandemia fue obstáculo para frenarla, aunque si bajó su ritmo. Pero aún así, la ACNUR (el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) calcula que 84 millones de personas migraron en el año 2021.
El pasado día 12, se dio un hecho insólito y sin precedentes, pues hubo un cruce masivo de migrantes en el punto fronterizo de Cd. Juárez, México y El Paso, Tx. E.U.A.; donde alrededor de un mil personas -a la vez- se lanzaron a cruzar el río Bravo por la noche y aprovechando que bajó bastante su cause se internaron en el vecino país del norte. Fue tal la avalancha humana, que la patrulla fronteriza se vio rebasada e insuficiente para poder contenerlos.
La autoridad americana correspondiente, se vio obligada a tomar una serie de medidas para reforzar ese punto; a la vez que informaba que casi 2.4 millones de personas han cruzado a su país a lo largo de nuestra frontera compartida, en el último año. Lo que representa una cifra récord.
Las cifras y los problemas que esto ocasiona son alarmantes. La población asentada en los municipios, llega a superar o igualar en algunos casos a la población que ahí reside. Imaginemos y saquemos cuentas, si 2.4 millones de migrantes lograron cruzar, independientemente si lograron regularizarse o fugarse; ¿Cuántos más no pudieron cruzar y se quedaron?, ¿cuántos más nos los echaron devueltos? ¿cuántos más se fueron quedando en el camino? Etc. La resultante es por demás alarmante, la cifra sigue teniendo seis ceros a la derecha. Menudo lío para nuestras correspondientes autoridades y sus pobladores.
De ahí que nuestro país es el de mayor afectación. Algo no se ha estado haciendo bien o lo hecho de nada ha servido. Y sin pretender levantar ámpulas de mi parte (me diría una querida amiga) pero y si nuestro gobierno los regularizara vía fast track, ¿les daría así la nacionalidad? Porque así podrían votar en las próximas elecciones y definir su resultado. Digo, ¿no?
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