Punto de encuentro
¡SÍNODO 2023, AAARRANCA! Y ¿YO QUÉ?
Ocasionalmente, a lo largo de estos 2 últimos años, llegamos a escuchar algo sobre el Sínodo convocado por el Papa Francisco, mismo que ha iniciado ya en este mes y que concluirá el día 29 de los corrientes. La estructura orgánica de su Asamblea es simple: Presidente (el Papa Francisco), Relator General y 9 presidentes delegados; en total 363 miembros.
Desde su inicio ha llamado la atención, por sus novedades presentadas: desde su procedimiento, convocatoria e integración. Por ejemplo, en cuanto a su integración porque en algunos casos es la primera vez que se da, como lo es la participación de los laicos, además de que el 25% no son obispos, 85 participantes son mujeres y la mayoría con voto, hay laicos que votan también. Destaca también la participación de algunas personas con capacidades diferentes, así como miembros de Iglesias Católicas con otros ritos como la Ortodoxa y la Armenia e incluso, algunos integrantes de Iglesias reformadas.
Y es que discutir, discernir y tomar decisiones en cuestiones torales nunca ha sido fácil máxime tratándose de la Universalidad de la Iglesia Católica por todo lo que ello implica: fé, dogmas, tradiciones, doctrina, disciplina, oscurantismo, participación laical, etc.
Éste ha causado muchas inquietudes no sólo entre distintos liderazgos y autoridades religiosas sino hasta en la propia feligresía en general que no sabe lo que eso es con precisión el Sínodo en cuestión.
Parece un monstro de 7 cabezas que tanto progresistas como conservadores, ha despertado; y comenzaron a poner sobre la mesa diversos puntos de vista diametralmente opuestos y no faltó quienes aprovecharan la ocasión para sacar viejas rencillas y algunas otras cosas más. Lo que ha complicado más llegar a acuerdos en las distintas mesas temáticas de trabajo, a grado tal, que los ánimos han llegado a calentarse.
Muchas son las inquietudes que de fondo hay y que han causado preocupación dentro de la Iglesia y que los medios, en su momento dieron cuenta de ello, como la Dubia (en latín: dudas) que hicieran al Papa Francisco 5 Cardenales de renombre y catalogados como conservadores; algunas de ellas son sobre:
*Si la Revelación Divina en la Iglesia ha de ser reinterpretada a la luz de los nuevos tiempos y según la nueva visión antropológica de estos cambios. Es decir, acomodar la doctrina a lo que la gente hoy en día entiende y quiere.
*La bendición de las uniones entre personas del mismo sexo.
*Si la sinodalidad es una dimensión constitutiva de la Iglesia.
*La ordenación de mujeres.
*Que el perdón es un derecho humano vs el arrepentimiento.
Esta vez el Sínodo va mas allá que una simple reunión de obispos y jerarquía católica que intercambian de manera amena sus experiencias y vivencias como en una tertulia; sino lo que el Papa Francisco busca es promover la renovación profunda que, bajo la luz de la fé, lleve a la Iglesia Católica y a sus miembros, a una mejor comprensión de la realidad de hoy en día y darle un nuevo impulso evangelizador.
Se buscan nuevos métodos e ideas para llevar la sinodalidad y la renovación de la vida pastoral ante la crisis de fé y descristianización del mundo, a través de nuevos horizontes que permitan fortalecer la misión evangelizadora de la Iglesia.
Es de todos sabido los cambios tan vertiginosos en todos los ámbitos y aspectos de la vida humana en el mundo de hoy; y la Iglesia (cualquiera que sea) no es ajena a ello y vive diversas situaciones bastante complejas por su propia universalidad. Y que, aunado a las negligencias y omisiones hechas y acumuladas, voluntariamente o no por algunos de sus miembros, no han permitido cicatrizar las heridas lacerantes dejadas en algunos feligreses y miembros del conglomerado social.
El Sínodo, lleva en sí un proceso complejo e invoca necesariamente al Espíritu Santo a efecto de pedir su luz, sabiduría y descernimiento entre otros dones y mantenerse en oración y actitud receptiva a escuchar; de ahí que, en esta ocasión, iniciaría previamente con un retiro de 3 días.
Para los que somos creyentes o no, seguramente nos mueven ya las ansias por conocer sus resultados y sobre todo, la implementación de éstos resolutivos a los que han de llegar. Pero independientemente de ello, renovemos nosotros mismos nuestro compromiso por ser una mejor persona y vivamos nuestra fé. Que el mundo no cambiará por decreto sino por la voluntad propia e individual de ser y hacer mejor las cosas.
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