Proyecto secreto/Mateo Calvillo
LA LECCION DE LAS ELECCIONES DE EU
¿Qué lección da la Democracia orgullosa y supuestamente perfecta deEU? Aferrarse al poder, llevar el desorden a las calles, dividir.
UNA VISTA PANORÁMICA
Cuando éramos niños, en nuestros juegos debíamos tener palabra y saber perder. El que faltaba a este imperativo era un “rajón” de alguna manera era excluido del juego. Ahora nos causa infinita sorpresa que en las lides de la vida personas adultas, importantes no saben perder.
Se han perdido los valores que hacen posible una vida ordenada, previsible, finalmente tranquila. Hoy las bajas pasiones minan sus valores ancestrales, y desaparecen los valores estables, absolutos. En la sociedad no rige la razón si no el capricho voluble y mentiroso de los hombres, vivimos en una época de relativismo.
Los obispos de México señalan: “se va construyendo una dictadura del relativismo que no reconoce nada como definitivo y que deja como última medida sólo el propio yo y sus antojos. Esta tendencia peligrosa niega verdades objetivas y universales que deben orientar la convivencia humana, señalando que cada quien es dueño de su propia verdad aunque muchas ocasiones sean contrapuestas entre sí”. (PGP, N. 32”.
La actuación de los presidentes y gobernantes que pretenden imponer una verdad relativa, la suya, lleva a la inestabilidad, al caos, a la destrucción.
En su propia conducta, los líderes dejan a un lado los valores universales y se dejan guiar por las bajas pasiones, así por la sed de poder para dominar e inflar su ego.
Se ha perdido la honestidad que nosotros, niños, mostrábamos en el juego, con el imperativo de saber perder. Ahora, con un descaro inimaginable para los niños de antes, el presidente de Estados Unidos Trump anunciaba que si perdía la elección no reconocería los resultados. La misma afirmación, un poco velada, oímos de Andrés Manuel cuando mencionaba que no iba a controlar sus huestes y que iba a “soltar el tigre” en caso de perder la elección.
Las acciones que puede lanzar Trump son de un alcance imprevisible. Imagínate lo que hubiera sucedido si hubiera perdido las elecciones Andrés Manuel que ya había dado pruebas de que no sabe perder. “No nos la habíamos acabado”, comenta la gente.
“Y mi palabra es la ley”, esta palabra se cumple en las personas que se creen grandes y aspiran al poder. Se sienten por encima de las leyes e instituciones, se creen como diosecillos que imponen su palabra.
No buscan el bien común, sino su vanidad, su ego. Les importa reinar, “hacer historia” y mandar al pueblo al caos, la destrucción, la hecatombe.
LA SABIDURIA DE LO ALTO
El ser humano busquen que se le conozca y se le respete en su identidad, en su dignidad, que se le promueva para realizarse en su grandeza y realizar sus metas.
La sociedad busca un destino maravilloso una gloria mítica de progreso, armonía, paz.
El marco seguro es el orden moral al que todo ser libre debe conformarse para tener una norma objetiva y segura de realización.
Dios lo estableció porque creó el universo como un todo ordenado, cosmos, y con una teleología. Dentro de él formó al hombre, le fijo su instructivo, determinole una tarea y una meta definitiva.
En el universo y la historia, el Creador puso señalamientos de autopista, los grandes principios y valores que fundan la convivencia humana.
En la sociedad compleja e inteligente de seres libres, se necesitan autoridades que la ordenen y le permitan alcanzar su fin.
Las autoridades están ahí porque son indispensables y tienen una tarea fundamental e irrenunciable para llevar al pueblo a su fin.
Si la clase dirigente no cumple la tarea, si no busca su finalidad y no asumen en los hechos el orden de las cosas, se engañan trágicamente a sí mismos y engañan vilmente a sus gobernados.
Quien coje un atajo o inventa otro camino ciertamente se destruye a sí mismo y destruye al pueblo, ahí está Venezuela. Esto a pesar de las afirmaciones orgullosas, de las falacias y de la demagogia populista. Es la encrucijada que tiene frente a sí Julo Arce , el presidente electo de Bolivia.
Todos los servidores públicos están ahí para servir a los demás, están esencialmente obligados a buscar el Bien común.
Es la opción que se presenta a Andrés Manuel, tiene enfrente dos caminos: la muerte y la vida. Es falso que todas sus ocurrencias y necedades traen el bien al país. El sufrimiento de la gente demuestra que es falsa su afirmación: el pueblo es muy feliz.
Al pueblo creyente el pueblo inteligente de México le hace falta la sabiduría que enseña el Maestro de maestros, Jesucristo la sabiduría de Dios hecho hombre: hay que distinguir a los verdaderos servidores públicos de los falsos, como se distingue a los falsos profetas de los buenos.