El próximo Presidente/Santiago Heyser Beltrán
Hablando en Serio
“El próximo Presidente”
Uruapan, Michoacán, 20 de febrero del 2018
Ya me perdí, con la candidatura de Morena a Napito, más la incorporación de Ebrard, la pluri de senador del PAN a Mancera, más Santiago Creel, más Villarreal y en la otra trinchera, las amistades indecorosas (muchas) de José Antonio Meade, ya no veo ninguna diferencia.
Es verdad, todas las encuestas señalan a AMLO como quién va a la cabeza de las preferencias electorales, de la manera como casi todos los analistas políticos señalan a Ricardo Anaya como el más probable favorecido con el voto antiPeje. Recordemos que si bien las encuestas ponen al de Macuzpana alrededor del 31% vs 25% de el niño maravilla y 18% del desangelado candidato del PRI; en el caso de AMLO, para explicar el punto, al margen de su ventaja hay un 70% de votantes que no lo queremos y que supuestamente votaremos por quien vaya en segundo lugar para frenar al Peje, con lo que definen como voto útil, es decir, ese 70% que no queremos al Peje, votaremos por la opción que nos de certeza de que ganará alguien diferente; de ahí la urgencia de posicionarse en el segundo lugar para atraer ese voto “útil” y aprovechar la suma de los propios simpatizantes y cómplices, más los que no quieren votar por el Peje, para que el total de votos le de el triunfo al que será el próximo Presidente de México…
Hasta aquí la teoría, con una salvedad, en mi opinión, quien tiene la mayor oportunidad de quedar en segundo lugar, no es Ricardo Anaya, sino quién reciba el apoyo del gobierno federal con una estrategia innovadora de decisiones públicas y proyectos efectivos que rescaten la imagen de Peña Nieto, hoy un ladrillo colgado del pescuezo de Meade, y que den sustento al candidato del PRI, no con promesas vacuas como la de: “voy a combatir la corrupción”, sino con actos de gobierno y realidades que muestren, desde este gobierno, que las propuestas del candidato, respaldadas con hechos, de verdad definen un compromiso de gobierno con un cambio sustantivo en defensa de la soberanía nacional, el combate a la inseguridad, el combate a la corrupción y,… sin olvidar una propuesta educativa que de verdad augure un futuro soberano y nacionalista en donde México sea para beneficio de los mexicanos con una ruta de progreso, paz y bienestar demostrada.
Lo sé, estoy pidiendo peras al Olmo; esperar que el gobierno Federal tome acciones de inmediato para recuperar la soberanía y mostrar una ruta de combate a la inseguridad y de reactivación de la actividad económica, es esperar que la prioridad de EPN, que no lo ha sido en cinco años, sea México… Además, deberán tener, algo difícil, la imaginación y creatividad necesaria para encontrar esas acciones y proyectos que despierten del marasmo al gobierno para iniciar de ¡Ya!, sin esperar el 2019, la reconstrucción nacional, captando la atención del respetable… Y finalmente, la generosidad para entender que si bien es el año de “Hidalgo” (y chingue a su madre el que deje algo), en esta ocasión, en respeto a un proyecto nacional y como respaldo a su candidato; como diría Layín: nomás robar poquito.
Pues sí, parece un sueño guajiro esperar que los priístas dejen de lado la uña en este último año y que el Presidente EPN escuche las oportunidades que podrían, si se actúa con compromiso y generosidad republicana, dar el triunfo a su candidato a través de un cierre de gestión orientado al servicio a la República;… por lo que parece que lo más probable es que el próximo Presidente de México sea Ricardo Anaya y la “pléyade” de estrellitas que lo acompañan nutriendo una aspiración personalísima y de grupo que nada tiene que ver, en mi opinión, con servir a la Patria.
Espero que el Peje no gane, y de Meade o Anaya, con las alianzas y amistades que tienen, la verdad me da los mismo; lo que sí sé, es que Anaya depende de que el PRI siga con sus soberbia cometiendo estupideces con un equipo de campaña que, buscando cada quién su acomodo personal, nada tiene que ver con el compromiso de fundamentar un mejor gobierno o apoyar a su candidato; es por eso que desde mi punto de vista, la única oportunidad que tiene José Antonio Meade, es dejar de auto elogiarse diciendo que él es mejor (alabanza en boca propia es vituperio), y dar un manotazo para poner las cosas en orden en su equipo y comprometer al Presidente EPN a gobernar bien en este último año, proponiendo proyectos realizables, que en tres meses marquen la pauta de lo que sería un gobierno diferente con Meade al frente. En otras palabras, el Peje depende de que se hagan pedazos Anaya y Meade, Anaya depende de que Meade y su equipo continúen la ruta del desastre, como hasta ahora y Meade depende de su estatura como candidato y posible estadista, para imponer una nueva estrategia y una rectificación en la forma de gobernar, es decir, el único que tiene la elección en su manos es Meade, que si la juega bien ¡Será el próximo Presidente de México!, ¿querrá escuchar?… ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador