Propuestas 3: Lo primero/Santiago Heyser Beltrán
Uruapan, Michoacán, 8 de abril del 2017
Que dilema este de asesorar candidatos para el 2018, ¿por dónde empezar? Quizás, cómo hago en casa, garantizando una alimentación sana a los mexicanos.
Las encuestas distorsionan, dicen que lo que más preocupa es la seguridad y me pregunto: ¿de qué me sirve estar seguro si no tengo para comer?, por contraste, si tengo para comer y estoy inseguro, mi vida simplemente se vuelve de lucha para sobrevivir… ¡Pero vivo!
Una vez definido que lo primero, al igual que en una familia, es garantizar el pipirín, la pregunta es: ¿Cómo garantizo el alimento?, sé que a los políticos se les va a complicar entender esto, pero la respuesta es: ¡Produciéndolos!, de esta manera la autosuficiencia alimentaria, asunto de seguridad nacional, se garantiza.
Ahora bien, ¿cómo le hago para motivar el uso de tierras y la producción alimentaria?; aquí entro en conflicto con economistas, ellos dirán que: viendo que resulta más barato, comprar o producir y con esa idea simplista, se inclinarán por comprar, como hoy lo hacemos con productos como el maíz, en el que antes éramos autosuficientes y hasta sobraba un poquito. El problema es que al comprar generamos dependencia y estamos subordinados a las políticas de otros países que de vez en cuando van a querer dirigirnos so pena de no vendernos o subir el precio de los alimentos, o van a venir por nuestras riquezas a cambio de darnos de comer. Ojo, cualquier similitud con la dependencia de los últimos gobiernos, azules y rojos, del vecino gringo, es pura coincidencia… Pero volvamos al tema: para producir nuestros alimentos debemos “motivar” la producción agrícola con precios de garantía, es decir, el agricultor deberá saber que con el fruto de su trabajo, al margen de manipulaciones de mercado, de monopolios o de políticas proteccionistas de otros países, podrá vivir con la dignidad de hombre libre y tener acceso a una vida digna con el fruto de su esfuerzo; entendiendo por vida digna tener: Techo, comida sana, educación de calidad, vestido, servicios de salud, diversión, deporte y tiempo de ocio; ojo, el tiempo de ocio es necesario para nutrir nuestra humanidad, es en esos momentos que soñamos, imaginamos e inventamos cosas que mejoran nuestra forma de vivir.
Pero no podemos fijar precios de garantía porque aceptamos en los tratados comerciales no hacerlo y contesto: ¡Traición!, de la misma forma que “entregar” el sector energético al capital (nacional y extranjero) fue una traición a México, el claudicar de políticas públicas en función de intereses extranjeros es una traición; y díganme si no, al hacerlo claudicamos de la rectoría de políticas que pueden asegurar la autosuficiencia alimentaria, es decir, dejamos nuestro futuro en manos de intereses económicos que nos rebasan, como en el petróleo; pregúntense: ¿Quiénes van a invertir en energía, los que tienen el dinero, como los gringos o ingleses, o los jodidos, como los mexicanos?, ¿entiendes, estimado lector, la traición a la Patria de este gobierno, los partidos políticos y los congresistas involucrados en ese asalto en despoblado al pueblo de México?
¡En fin!, regresemos al tema de garantizar la alimentación: Albert Einstein decía: Locura es hacer lo mismo y esperar resultados diferentes. No podemos seguir con las mismas políticas agrarias que nos han llevado a pauperizar el campo y con ello a su abandono porque un grupúsculo de políticos venales, amparados por gobernantes corruptos y congresistas “a modo” organizados en estructuras apátridas y dependientes de partidos políticos corruptos, amenazan con disturbios, manipulan cargos de elección o chantajean electoralmente… Quién aspire a gobernar a México debe luchar por ser libre e independiente, para, con el apoyo del pueblo de México implementar las políticas adecuadas e innovadoras que permitan la recuperación del campo mexicano construyendo una sociedad rural de clase media con poder adquisitivo y con la oportunidad de una vida digna con el fruto de su trabajo, solo así podremos alcanzar la autosuficiencia alimentaria, base de un pueblo sano e independiente.
Aún recuerdo la idiota solución de Chente al problema rural: Cómo el campo solo aporta el 8% del PIB y ahí vive más del el 20% de la población, migremos a los campesinos a las ciudades; me pregunto: ¿No sería mejor aumentar el PIB de la sociedad rural con políticas públicas adecuadas y sin corrupción, al tiempo que garantizamos la comida de los mexicanos?... ¡Así de sencillo!
Un saludo, una reflexión.
Santiago Heyser Beltrán
Escritor y soñador