Promesas de candidato
Uno de los principales instrumentos de la política, quizá el más importante, es el lenguaje. Si algo ha caracterizado a Andrés Manuel López Obrador desde los inicios de su éxito ha sido el tonito y lo simple de su lenguaje. Parece poca cosa, pero es parte muy importante de su efectividad como líder político. En esa simplicidad el ahora presidente en su campaña política basó toda su oferta en tan solo dos conceptos que todo mundo entendió y en los que nadie podía estar en contra: primero los pobres y combate a la corrupción. De ahí se desprendieron todos sus discursos y todas sus propuestas, cualquier cosa que dijera terminaba aterrizando en esas dos ideas (y así lo sigue haciendo). No importaba el tema, el lugar, el público o la coyuntura de la que se tratara, en todos los casos el eje debía ser la pobreza y la corrupción.
Ni lo uno ni lo otro ha sucedido, pero como estrategia electoral ha sido tremendamente exitoso. Era imposible acabar tanto con la pobreza como con la corrupción, pero sin duda alguna es el mal más sentido y profundamente identificado con los mexicanos. De estas ideas salieron muchas de sus promesas de campaña, las que eran concretas y específicas. Nunca dijo cómo lo haría, solamente se remontaba a sus dos premisas, pero lo que ofrecía tocaba las fibras sensibles de la sociedad que anhelaba justicia y reivindicación. El caso es que pocas fueron las promesas que cumplió, sobre todo me parece que las menos convenientes, las que costaban más en muchos sentidos, las caprichosas y además lo hizo de muy mala forma. Pero existe una larga lista de promesas incumplidas, muy populares en su momento, pero que han quedado en el olvido y que ya ni siquiera menciona.
No diré más, solamente dejo una lista básica de 25 de sus compromisos no cumplidos. Que cada uno concluya lo que considere.
- Menos pobres
- Acabar con la corrupción
- No más gasolinazos, la gasolina a 10 pesos
- Promover las energías renovables
- Energía eléctrica más barata
- No a la militarización
- México más seguro
- Reducir la violencia desde el primer día
- Mayor crecimiento económico
- Fin de la corrupción y la impunidad desde el primer día
- Acabar con el nepotismo
- Protección y justicia para las mujeres
- Fin de los feminicidios
- Fin de los asesinatos a periodistas
- Rifa y venta del avión presidencial
- No más presos políticos
- Atención médica como en Dinamarca
- Medicamentos gratuitos
- 100 universidades del Bienestar
- Descentralizar las secretarías de estado y otras dependencias
- Prisión a los corruptos del NAIM
- No endeudar al país
- Cobertura universal e internet gratuito
- No permitir violaciones al estado de derecho
- Justicia, dignidad, igualdad, felicidad, fraternidad y amor
Son solamente algunos ejemplos notables de lo no cumplido. El primer compromiso de todo gobernante debe ser el de asumir la responsabilidad del gobierno que dirige, en las condiciones en las que lo encuentre. Si a la fecha todo es culpa del pasado lejano y no responsabilidad de su gobierno, entonces no podemos esperar mucho de las falsas promesas de campaña.
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