Política gourmet/Yazmín Alessandrini
EL CINISMO DE YASMÍN
* Al ampararse, la ministra está aceptando que sí plagió su tesis de licenciatura
* No se vale que utilice sus influencias para beneficiarse personalmente
* A Norma Piña y a Enrique Graue les está temblando la mano para resolver esto
ENSALADA DE TRAMPAS.- Resulta vergonzoso y vergonzante lo que sigue ocurriendo en torno a la tesis de licenciatura plagiada por la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa. Ayer jueves, esta señora, esposa del empresario e ingeniero José María Riobóo, el contratista consentido del Presidente Andrés López Obrador, hizo algo inaudito: Se amparó en contra del Comité de Ética de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) que revisa su caso, amparo que fue otorgado por la jueza quinta de distrito en materia administrativa Sandra de Jesús Zúñiga y que le impide a nuestra máxima casa de estudios dictar una resolución definitiva, además de que, literal, le aplica una especie de ley mordaza tanto al Comité de Ética como a la UNAM, pues le prohíbe a sus integrantes, funcionarios, voceros y apoderados emitir comunicados, declaraciones o conferencias de prensa en los que divulguen información relativa al caso, pues de hacerlo estarían atentando contra el principio de presunción de inocencia. ¡Lo que nos faltaba! El Tribunal de Justicia Administrativa de la Ciudad de México, del que por cierto doña Yasmín fue presidenta (piensen mal… y acertarán), no sólo le impide a la UNAM resolver esta ignominiosa situación, sino que también amordaza a quienes, por estatuto, tienen y deben informar sobre ésta. ¿Se acuerdan cuando la señora Esquivel declaró que ella no tenía nada de que avergonzarse en torno a este caso? Lo que hizo ayer es una verdadera vergüenza, pues con argucias legales está obstaculizando que la UNAM llegue al fondo de este asunto aunque, viéndolo bien, ya todos sabemos que efectivamente sí plagió su tesis de licenciatura pues, al meter este amparo ella misma está aceptando y reconociendo que sí tomó y presentó como suyo el documento que en su momento presentó el abogado Édgar Ulises Báez Gutiérrez ante la Facultad de Derecho de la UNAM. ¡Los inocentes no se amparan! ¡El que nada debe, nada teme! ¡Punto!
COCTEL DE IRREGULARIDADES.- Ante semejante coyuntura, que resulta inédita en la historia del jurismo mexicano, pues una ministra de la SCJN está sacando ventaja de su posición y también está utilizando sus influencias para resolver un asunto meramente personal; resulta por demás decepcionante que el rector de la UNAM, Enrique Graue Wiechers, le siga sacando la vuelta al tema y se niegue a mostrarse como lo que es: La máxima autoridad en el organigrama de nuestra máxima casa de estudios. Sin embargo, a estas alturas, ya es hora de que desde la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), principalmente la ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández, levanten la voz y den a conocer su posicionamiento sobre este caso, porque al día de hoy desde el principal órgano del Poder Judicial no se ha dicho absolutamente nada. De permanecer en silencio e indiferentes, se interpretaría como un espaldarazo a lo que está haciendo la señora Esquivel Mossa y, lo que es peor, se estaría enviando una señal muy clara desde la máxima tribuna judicial del país de que si tienes una toga puedes hacer todas la transas que quieras, al final el largo brazo de la Ley jamás te alcanzará. Está claro que por dignidad y decencia (como lo hizo en 2019 el ministro Eduardo Medina Mora tras la sospecha de que recibió millonarios depósitos bancarios) Yasmín Esquivel no renunciará al máximo tribunal constitucional. Ella se siente respaldada y protegida desde Palacio Nacional. Pero ¿habrá alguien desde la UNAM y desde la SCJN con los tamaños para ponerle fin a esta sinvergüenzada?
LA CAMINERA.- Desde Estados Unidos se viene otro libro de un republicano que balconeará a Marcelo Ebrard Casaubón. Este testimonio se sumará al de Jared Kushner (consejero superior del ex presidente Donald Trump), Mike Pompeo (ex Secretario de Estado) y la diplomática mexicana Martha Bárcena. ¿Seguirá insistiendo el canciller que se trata de un compló, una campaña en su contra?
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