Política gourmet
Desde lo legal se debe acabar con las corridas de toros.
* La fiesta brava es un espectáculo violento que exacerba la crueldad hacia los animales
* Políticos y activistas van en un bloque compacto para pugnar por los derechos de los seres sintientes
* La muerte digna es un derecho para todos: Morir rápido, sin dolor y sin agonía
DECISIÓN ACERTADA.- Las corridas de toros son un espectáculo violento, en el que los espectadores (que en México se cuentan por miles) asisten a celebrar la tortura y muerte de un animal indefenso. Hay sangre, hay agresión, hay abuso, hay consumo de bebidas alcohólicas… y a eso, muchos le llaman cultura, tradición, fiesta. Y ese es el eterno debate que ha prevalecido por décadas en nuestra sociedad, con muchas personas defendiendo esta burda manifestación de barbarie y otras más abogando en favor de un ser sintiente al que se le cría durante cuatro o cinco años con un único fin: Asesinarlo frente a una multitud. Y bajo este contexto fue que ayer miércoles la jueza quinta de distrito en Materia Administrativa, Sandra de Jesús Zúñiga, otorgó la suspensión provisional inmediata en un nuevo amparo que cuestiona la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos en la Ciudad de México y que fue promovido por la asociación Todas y Todos por Amor a los Toros, esto después de que apenas en diciembre pasado la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) había revocado la suspensión de realizar corridas de toros en la Plaza México de la colonia Nochebuena, ubicada en la alcaldía Benito Juárez de la CDMX. Esta decisión, como era de esperarse, reavivó la polémica entre taurinos y animalistas.
CRUEL ESPECTÁCULO.- El filósofo francés Voltaire acuñó el contundente aforismo “podré no estar de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo” y bajo este valiosísimo precepto todos estamos obligados a respetar a los demás en lo que piensan, en lo que dicen, en lo que hacen y en lo que creen. Sin embargo, en este caso en particular, sumamente delicado, vale mucho la pena retomar lo que ayer nos dijo el diputado por el Congreso de la Ciudad de México, Jorge Gaviño Ambriz, quien tiene más de 10 años involucrado en este controvertido tema: “Se trata de una cuestión de ideología, porque el asunto de sacrificar a un animal al cual se le ha cuidado durante años y al que se le va a sacrificar en un evento masivo, pero antes se le lastima, se le maltrata, provocándole neumotórax (colapso pulmonar provocado por ampollas de aire en el pulmón) y romperle a propósito la pleura (la capa delgada de tejido que recubre los pulmones y reviste la pared interior de la cavidad torácica) es un acto de verdadera crueldad que nos remonta a los infames espectáculos que se realizaban aquí mismo en México y en los que la gente de la llamada alta sociedad pagaba boletos carísimos para poder presenciar cómo un león daba muerte a un toro de una manera salvaje y grotesca mientras los asistentes aplaudían y celebraban jubilosos. Y nuestra postura, la de los defensores de la vida animal es muy clara: La gente no debe ni puede divertirse a costa del sufrimiento de un animal”.
¿DÓNDE ESTÁN EL RESPETO Y LA DIGNIDAD?- Tomando en cuenta lo dicho por el diputado Gaviño Ambriz, la gran mayoría nos estamos haciendo de la vista gorda en una cuestión elemental: Todos los seres sintientes (personas y animales) tenemos derecho a morir dignamente y ésta (la muerte digna) no es aquella que se le da a una bestia bajo un ambiente de fiesta o celebración. La muerte digna es un concepto muy simple y tiene que ver con morir sin dolor, lo más rápido posible y sin agonía. Por lo tanto, es imperativo que se agoten todos los recursos legales existentes para que prevalezcan los derechos de estos bellos animales y. los cuales en su momento gozaron de la protección de presidentes como Benito Juárez y Porfirio Díaz. Ojalá el Presidente López Obrador se pueda involucrar en este tema para beneficio de aquellos que no tienen voz y cuyos derechos están siendo vulnerados.
Contacto.- www.lapoliticamedarisa.mx
Twitter: @yalessandrini1