Pie de foto
Terrorismo vertical
Desde los atentados con granadas del 2008 en el centro de Morelia, no se había vuelto a clasificar como acto terrorista un atentado del crimen organizado en Michoacán, hasta esta semana. La Fiscalía estatal le dio esa denominación a los ataques incendiarios cometidos contra tres de los más concurridos antros de la capital del estado: Vertical, Mint y Luv.
De acuerdo con el Código Penal Federal, comete este delito quien, “utilizando sustancias tóxicas, armas químicas (…), explosivos o armas de fuego, o por incendio, inundación o por cualquier otro medio violento, intencionalmente realice actos en contra de bienes o servicios, ya sea públicos o privados, o bien, en contra de la integridad física, emocional o la vida de personas, que produzcan alarma, temor o terror en la población o en un grupo o sector de ella (…)”.
El castigo por este delito, según el artículo 139 de dicho código, va de 15 a 40 años de prisión y hasta mil 200 días de multa, “sin perjuicio de las penas que correspondan por otros delitos que resulten”.
Con base en ese criterio, para la Fiscalía, los atentados del pasado fin de semana se encuadran en un acto de terrorismo y, en consecuencia, anunció que daría parte a la Fiscalía General de la República para atraer las investigaciones, es decir, lleva la pelota hasta la cancha del gobierno federal, donde su principal jugador, el 10 del equipo, es el presidente López Obrador.
El juego se torna interesante y de pronóstico reservado, porque esa maniobra se da en el momento donde el mandatario mexicano ha buscado sacudirse a los republicanos y su amago con declarar terroristas a los cárteles mexicanos, lo que le abriría la puerta a Estados Unidos para enviar tropas norteamericanas a combatir a esas organizaciones criminales en nuestro territorio.
El tabasqueño ya sentenció que, de ninguna manera, permitirá que Estados Unidos invada militarmente a México, aún y cuando la cifra de asesinatos en el país ya supera los 130 mil en lo que va del sexenio obradorista; la mayoría de estas muertes son atribuidas a la violencia desatada por la disputa de plazas que libran poderosos grupos criminales, cuya capacidad logística, económica y de fuego parece no tener límites.
Prueba de ese poderío fueron los ataques a Vertical, Mint y Luv, ejecutados milimétricamente, de forma simultánea, en pocos minutos y con bombas de fabricación casera. Fue una irrupción limpia, sin dejar lesionados ni rastro. La huida tampoco tuvo fallas: escaparon en medio de una zona infestada de cámaras en la Avenida Juan Pablo Segundo y otras intersecciones ubicadas dentro de ese perímetro.
Los atentados nos hacen respirar el ambiente que se vivió entre 2008 y 2013, cuando la quema de establecimientos en regiones que han sido históricamente campos de batalla del crimen organizado en Michoacán, se extendió a la capital del estado. La quema de una resinera sobre Avenida Nocupétaro, el incendio contra el bar María Sabina – sobre el bulevar García de León – y de dos gasolinerías, dan cuenta de ese episodio en la historia criminal que hemos padecido. Ya no contar los ataques contra instalaciones oficiales.
Revisar los horarios en que operan los antros sí es importante, pero no lo es todo. Ni siquiera es lo más relevante. Ante un ataque encuadrado como acto terrorista, la respuesta debe ir mucho más allá de la aplicación de un reglamento municipal. Exige, con urgencia, la respuesta del Estado mexicano con todas sus fuerzas y capacidades, dirigiendo una estrategia contundente que involucre a todas las corporaciones de todos los niveles. Ni el Municipio, ni el Estado y menos la Federación, pueden dar un paso a un lado o hacia atrás.
Hay que entenderlo, aceptarlo y digerirlo: hay una emergencia que es de escala nacional y de responsabilidad conjunta, incluidos ciudadanos. Estamos en una guerra.
Cintillo
Para las autoridades ya no hay ninguna duda: Eva María Salgado, implicada en el violento asesinato de Oliver Valle, cruzó hacia Estados Unidos en las horas posteriores al crimen. Su rostro quedó grabado en las cámaras aduanales. Su captura, aseguran, es inminente.