Permisos laborales para padres de familia/Gerardo A. Herrera Pérez
Durante el pasado proceso electoral, se oferto a la población impulsar los permisos laborales para los padres de familia para atender a sus hijos, con permisos sin descuentos. El día de ayer en el Senado de la República todas las fuerzas políticas avalaron dicha propuesta que fue impulsada por el Instituto Político Verde Ecologista de México; al continuar el proceso legislativo, tocará a la Cámara de Diputados la revisión y aprobación correspondiente para hacer las modificaciones legales a que haya lugar y brindar este posicionamiento a los miles de papás y mamás trabajadoras en México.
El evento, de aprobarse en la Cámara de Diputados, pondría al Sistema de Género, frente a un proceso importante en las transformaciones de las identidades de las masculinidades en México. Las masculinidades ni son homogéneas, ni son estáticas, que se aprueben estos permisos, permitirán que se fortalezcan identidades masculinas para que los hombres estuvieran más cercanos al trabajo doméstico, más cercanos a las labores de cuidado, históricamente atendidas por las mujeres.
Reiteramos que son las mujeres las que tienen las funciones de cuidado en el Sistema de Género (cuidado de adultos mayores, los hijos, la atención de la casa, lavar, planchar, hacer comida y desde luego salir en muchas ocasiones también a trabajar) y que entraría en una tensión frente a esta nueva participación de los hombres en la atención de los hijos, aún en condiciones de emergencia y por periodos cortos; recordemos que, no obstante a que hoy encontramos una flexibilización del empleo, así como la destrucción del orden salarial y el ingreso de las mujeres al mercado de trabajo, todo ello trajo como consecuencia el cuestionamiento de la provisión material de la familia como función exclusiva de los hombres y como emblema principal de la masculinidad.
Con los permisos, se podría avanzar a deconstruir algunas de las identidades masculinas y dar paso a procesos de transformación y de mayor acercamiento de los padres con sus hijos en tareas de cuidado, por lo que estaríamos abonando al diseño de política pública de masculinidades de respeto a la mujer y a la familia; con los permisos, ya no habrá pretexto para que los hombres acudan a atender a sus hijos.
Por otro lado, estos permisos también ayudarían a que el pensamiento de los hombres, sea un pensamiento que abreve de conceptos de igualdad, responsabilidad, compromiso, cuidados, y eso se podrá cuando el hombre acepte que su pensamiento debe dejar de ser fruto de un sistema de dominación y androcentrismo.
Hoy, las masculinidades son heterogéneas, existen las masculinidades: hegemónicas, las de complicidad, las subordinadas, las marginadas, pero igualmente tenemos masculinidades empoderadas, aquellas que están construidas a partir de generar acciones de pensar, en despensarse, para repensarse, son aquellas que utilizan los grupos con identidades de osos, vaqueros y otras. Por ello, no podemos hablar de “reaprender a ser hombre”, “rehacerse hombre”, “de ser hombre genuino”, porque finalmente no se busca que los hombres puedan liberarse de roles prefijados socialmente, porque no todos los hombres son iguales y sus masculinidades también, lo que estos permisos podrían coadyuvar a que algunos hombres pudieran buscar redefinir su modo de ser hombres, en función de ideas más modernas que le permitan ir cambiando, ir transformando esa visión de proveedor a una visión de compromiso para coadyuvar a la formación de una proyecto de vida y de familia, sin violencia, sin colonización y con la más amplia participación.
Es decir, los permisos laborales una vez aprobados y publicados, pero además de la sensibilización de las estructuras del poder empresarial y comercial, permitirán que las masculinidades continúen siendo dinámicas, y lograremos observar que en este modelo diverso de masculinidades algunos trabajadores se mantendrán en sus condiciones aprendidas y sin cambiar, en tanto otros, buscaran en estas oportunidades para redefinir su modo de ser hombres en función de ideas más modernas, que apuesten por el cambio, porque habrán de pensarse, en despensarse, para repensarse y ser mejores padres.
Los grandes cambios y transformaciones sociales son lentos y difíciles, por lo que habrá de impulsar en estos permisos una gran oportunidad para la construcción de masculinidades atendiendo las necesidades de sus familias.