Perfil del México/Armando Ríos Ruíz
MORELIA, Mich., 23 de enero de 2018.- Hasta hoy no se han escuchado propuestas de los candidatos a la Presidencia pertenecientes a diferentes partidos, que interesen realmente a los mexicanos. Morena está a la cabeza de las preferencias, no porque el suyo haya tenido ideas brillantes, sino por repudio de la ciudadanía a otros organismos políticos que sólo han exhibido lo peor que tienen sus militantes.
Vicente Fox llegó a la Primera Magistratura gracias al hartazgo de la gente, cansada de los abusos que el PRI había cometido de manera insistente, sin reparar en una sociedad fastidiada, a la que le faltó al respeto día con día.
Pero durante los sexenios panistas hubo también tales desatinos, que a Fox lo calificaron pronto como “loco border line”, después de haber incurrido en todas las pifias. Aunque hay que reconocerle que durante su administración, el peso se mantuvo estable. Calderón tuvo una idea que pudo ser buena, sólo que pésimamente encausada.
Dicen que preguntó: “¿cómo me legitimo?” Debido a su arribo a Los Pinos en condiciones dudosas. Alguien le contestó: “haga lo que Uribe en Colombia: contra el narcotráfico…” Al día siguiente le declaraba la guerra, sin un estudio previo; sin medir fuerzas; sin constatar con cuántos elementos contaba y contra cuántos se enfrentaría. Además, con la idea de que los malosos verían al Ejército y correrían despavoridos.
No tuvo el cuidado siquiera, de medir las armas de un lado y de otro. Pronto se vio reducido. Todos hablaban de que el gobierno perdía la guerra. Convirtió durante su sexenio en un enorme cementerio a todo el país y no logró nada, sino multiplicar los cárteles. Se habla de siete, cuando inició su mandato y de 84 cuanto terminó.
El acabose para los mexicanos inició cuando regresó el PRI al poder. Criticaban a sus antecesores de no saber gobernar. Los que enseñarían tampoco supieron. Peor aún, incurrieron en error tras error, sin que les importara ni la crítica interna ni la externa. Exhibieron un cinismo ilimitado y hasta hoy, pretenden borrar todo lo mal hecho con una declaración.
El Presidente dijo hace unos días que los mexicanos estamos equivocados, pues si lee. El hecho es que cuando le preguntaron por los tres libros, no pudo citar siquiera los que llevó de texto en la carrera. Por ello hubo sospecha de que no la estudió.
Todo lo anterior ha abonado en favor de AMLO. Seguramente si hubiera sido Presidente de México, los mexicanos ya no querrían volver a saber de él. Lo que se vislumbra es que, de llegar al poder será un desastre. Sus limitaciones son tales, que se evidencian simplemente en su forma de hablar. No es capaz de articular una frase de corridito. Él mismo lo reconoce.
Esa es una falla que los psicólogos tienen en cuenta como una desconexión entre un cerebro pobre y el habla.
¿Qué falta a otros candidatos para brillar? Propuestas inteligentes. Me parece que deben estudiar y proponer un combate auténtico a la corrupción y a la inseguridad, tan claro y auténtico, que convenza. El priista Meade ya abordó uno que de entrada atrae la atención: reformar las leyes de extensión de dominio y desde luego, aterrizarlas. Se ha hablado del tema en otros momentos, pero no ha ocurrido nada.
¿Por qué no preparar también una estrategia sin mentiras, sobre el combate a la corrupción? Obviamente, no a la manera del Peje, sino con toda la seriedad que el caso requiere. Son estos temas los que más han lastimado a los mexicanos.