Paz en Uruapan/Gerardo A. Herrera Pérez
Mediáticamente observamos la realización de caminatas, marchas, caravanas y otras expresiones más que, impulsan la Paz y convivencia social. Hoy en Uruapan, después de que hace unos días otra caminata irrumpiera el espacio público demandando la Paz, salieron miembros de la sociedad civil, familias, organizaciones, instituciones de los derechos humanos y otros miembros de la comuna de Uruapan para demandar a las autoridades espacios de Paz y convivencia.
Desde muy temprana hora salieron dos caminatas, la primera denominada “Primera Marcha de Mujeres por los Recursos Naturales y la Paz”, en tanto que la segunda “Convive por la Dignidad y la Paz”; la primera salió del Parque Nacional (carga de las pipas de agua) en punto de las 10:00 horas, y la otra, del Paseo Lázaro Cárdenas de la glorieta de la Latino a las 9:00 horas, sus destinos eran diferentes, la primera llegaría a la Plaza la Ranita, en tanto que la segunda lo haría en la plancha de la Plaza de Armas, lugar emblemático y en donde se presentaría un posicionamiento por parte de la Primer Visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos.
Tuve la oportunidad de unirme al contingente de “Convive por la Dignidad y la Paz”; las personas que asistieron fueron familiares (esposas, hijos e hijas, padres, madres, tíos), amigos y vecinos de quienes han sufrido violencia humana y que ello ha violentado la dignidad humana, en ocasiones la propia vida; también estuvieron presentes autoridades de los órganos autónomos de derechos humanos tanto Nacional como Estatal. Es importante precisar la presencia de mujeres sanadoras, así como de los ancianos de las comunidades originarias Purépechas que también hicieron el acompañamiento como parte de un ejercicio de responsabilidad y respeto por la vida y en contra de la situación que se vive en Uruapan, pero quienes en todo momento ejercieron el ritual por la Paz, a través del saludo de los cuatro puntos cardinales.
Cabe destacar la presencia de organizaciones de la sociedad civil como “Uno en Voluntad” A.C. presidida por Carmen Oregel, “Yo Amo a Uruapan” A.C. que preside Jorge Vargas Cortes, “Fuerza Migrante Sin Frontera” A.C., así como la Doctora María Elena Rivera Heredia. Igualmente estuvo presente el Visitador Ismael Eslava de la CNDH y el Coordinador de Estudios Divulgación y Capacitación la Comisión Estatal de los Derechos Humanos. Así como autoridades municipales, y elementos de seguridad pública de la Guardia Nacional y la policía.
Durante el recorrido, el contingente que llego a más de cien personas acompañado de medios de comunicación correaron diversas expresiones, como “Uruapan del progreso, Uruapan de la Paz”, “Ni una bala más por la Paz”, entre otras que ponen de manifiesto la importancia de que las autoridades continúen trabajando a favor de evitar la violencia a la sociedad.
Al llegar el contingente a la Plaza de Armas, hizo una parada para que las sanadoras y los ancianos pudieran hacer un acto de espiritualidad y paz, al concluir, se presentaron algunas de las personas que acompañaron el contingente y que se pronunciarían, así, después de la bienvenida, el Visitador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos hizo un pronunciamiento advirtiendo la importancia del trabajo coordinado entre las diversos niveles de gobierno que permitan evitar la impunidad, la violencia y muchos actos que pueden ser calificados de violación a los derechos humanos y las libertades. Por ello, manifestó la importancia que las autoridades y los miembros del movimiento social por la Convivencia y Paz se reúnan para acordar acciones que permitan ir trabajando a favor de impulsar espacios seguros para la convivencia y Paz social.
Por otro lado, diversas personas de las organizaciones se manifestaron por la construcción de un Uruapan sin violencia y en Paz. Igualmente ciudadanos que les están violentando sus derechos se acercaron a solicitar el apoyo del representante de la CEDH para la atención de los problemas que se viven en Uruapan.
Recordemos que la Paz no es solo ausencia de violencia, es la capacidad que deben tener los hombres y mujeres para resolver sus conflictos en equidad, y que para ello, el Estado debe cubrir sus derechos humanos y libertades, pero también debe existir los mecanismos para la más amplia participación ciudadana, no solo política, sino social e individual, generando las condiciones para ayudar a los grupos en condiciones de vulnerabilidad y precariedad.