Padres, niñez, docentes/Gerardo A. Herrera Pérez
En un ejercicio de gobernanza y de reconocimiento al trabajo realizado por los padres de familia para atender a los niños y niñas del preescolar; el Jardín de Niños “Expropiación petrolera”, de la ciudad y puerto de Lázaro Cárdenas, llevo a cabo el webinar “Los valores, principios y virtudes sociales en la familia y el contexto”, mismo que fue disertado por colaboradores de la Fundación El Sol, en la sede México.
Fue la directora del Jardín de Niños, la maestra Verónica Reyes García, decana en el trabajo de la niñez en Lázaro Cárdenas, quien presentó al disertante, quien encuadro su reflexión en cuatro momentos: el contexto; la escuela y la casa, como instituciones que forman y la posición socioformativa, los valores, principios y virtudes sociales, así como trabajar en un modelo de cohesión social.
Sobre el contexto, expresó la importancia de avanzar en las reflexiones de las sociedades de hiperconsumo, así como el impacto que genera entre la población: el hedonismo, el narcisismo, la búsqueda del éxito, el lujo, el placer y los valores líquidos, es decir, efímeros e inmediatos. Igualmente se habló de la globalización, el mercado, y desde luego el patriarcado que presionan las conductas y someten y controlan a la población, entre ellas a las mujeres y las niñas.
Por otro lado, se reflexionó sobre la socioformación, es decir la formación de los integrantes de una colectividad para mejorar sus comunicaciones y acuerdo.
Necesitamos seguir trabajando en la Socioformación (formación para la convivencia social) a partir de integrar diversos elementos: a) el contexto, fundamental para identificar crisis, problemas que se viven de manera cotidiana, de ahí debe de partir la educación para impulsar acciones y resolverlos; b) la colaboración, de todos aquellos que participan en el proceso educativo: padres, alumnos, docentes, autoridades, administrativos y personas que están relacionadas, colaborando respecto un solo fin, la educación para la niñez; c) el desarrollo social y la vida, es decir la ecoconciencia, el reconocimiento de la biología del amor, donde dejemos de ser antropocéntricos y nos quede claro que tenemos la misma Génesis que las plantas y animales al ser un sistema autopoietico molecular y con ello, se nos permita respetar al otro que no es humano (planta y animal) y avanzar en el cuidado de Gaia y Pachamama (la Madre Tierra y la Madre Naturaleza); y d) contar con habilidades esenciales que deben ser transversales en todas las asignaturas y las cuales deben ser conocidas por todo el personal institucional.
Estas reflexiones fueron compartidas con los padres de familia, a ellos y ellas y los docentes, les comenté la importancia, de contar con un modelo educativo bajo una perspectiva más holística, sistémica e interdependiente.
Los trabajos realizados desde la socioformación, requieren de una planeación gamificada, es decir utilizar los mecanismos de juego para impulsar el trabajo educativo, no todo es juegos, pero se pueden utilizar los juegos.
También expresamos que donde falta el amor, existe el aburrimiento. Debemos de buscar el amor, para que no se sienta el aburrimiento. En las aulas debería existir el amor, para no entrar en el aburrimiento. ¿Pero existe el amor en las aulas?, y se expresó que sí.
¿Entonces cuál es el amor pedagógico, existe? claro que existe el amor pedagógico, es la preocupación y acción relacionadas con la formación del estudiante, con la formación del otro, con una consigna a la práctica del docente, no se puede entregar lo que no se tiene, por eso, para formar al otro, requiere de formarse el docente; situación que también aplica al padre de familia, en la formación de los hijos debemos de formarnos también.
Posteriormente de reflexionamos sobre los valores, los principios y las virtudes sociales, importantes en la formación de la familia y de los hijos e hijos: sobre los valores se habló de la honorabilidad, honradez, honestidad, amor, comunicación, diálogo, en tanto que de los principios se señalaron los referentes a los derechos humanos, igualdad y no discriminación, perspectiva de género, interculturalidad, cultura para la paz y las cuestiones de medio ambiente. Finalmente, en materia de virtudes sociales: la fe y esperanza, humildad y caridad, la templanza y la prudencia.
Para concluir el evento compartimos el modelo epistémico de la cohesión social: la confianza, la identidad, la pertenencia, los valores de comunalidad y desde luego, la convivencia, que transita a la fraternidad y a la participación social.
El final fue interesante derivado de los agradecimientos y felicitaciones al disertante. Gracias para todos y todas.