Otros datos/Hugo Páez
¿Convocaría AMLO enfrentamiento social en protestas? Apoya a Díaz-Canel en Cuba
El régimen de Cuba es un gran problema de asociación de ideas con la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador. En consecuencia, cualquier crítica a los problemas sociales y política interna de la isla, será tratada desde Palacio Nacional como injerencista.
El presidente es especialmente sensible a la libre expresión internacional y reacciona visceralmente a todo tipo de cuestionamientos, para tales efectos, construye tesis conspiranoicas e intervencionistas, apelando a la anacrónica Doctrina Estrada, que utiliza de manera facciosa.
Por ejemplo, desde el rescate de Evo Morales Ayma de Bolivia para traerlo a México, Andrés Manuel no dudó en atacar a la presidenta interina Jeanine Áñez Chávez, y al día siguiente del triunfo del candidato del Movimiento al Socialismo, Luis Arce Catacora, en la mañanera era todo regocijo, celebración y felicitaciones.
Esto no lo consideró injerencista a pesar de que era demasiado temprano para considerar el conteo oficial de los organismos electorales.
Caso contrario con el triunfo de Joe Biden en Estados Unidos. Alegando el presunto “no intervencionismo” de México y la falta de resultados oficiales, López Obrador conservó la esperanza de que su amigo Donald Trump revirtiera el resultado en el conteo o asestara un golpe, como el que no le funcionó.
La gran mayoría de los países, inclusive Miguel Díaz-Canel de Cuba, Nicolás Maduro de Venezuela y Daniel Ortega de Nicaragua, felicitaron al candidato demócrata sin regatear lo evidente.
Ahora López Obrador no haya la posición adecuada en las protestas sociales en Cuba por la escasez de medicinas, alimentos y combustible, carencias inhumanas que se suman a décadas y décadas de precariedad, agudizado con el retiro de apoyos de la Unión Soviética en 1991 por el colapso económico y las reformas de Mijail Gorvachov.
Preocupa el silencio de Andrés Manuel con la convocatoria de Miguel Díaz-Canel para que la población fiel al sistema, obviamente beneficiados, enfrente a los indignados que salieron a las calles a exigir libertad y un mejor gobierno (https://youtu.be/j4GPz0Opf_s).
¿Debemos pensar que la decisión del presidente cubano, de crear un choque violento entre dos posturas sociales, sería tomada por el mexicano si algo parecido ocurriera en nuestro país?
De nuevo este lunes en la mañanera el Ejecutivo puso como pretexto la “histórica no intervención mexicana en otros países”, así guardó silencio contra el impulso criminal del títere de Raúl Castro Ruz.
En otras ocasiones ha dicho que no se metía en otros países porque no quería que se metieran con México, esto es, siente escriturado el país, lo ve como un territorio donde pueda hacer y deshacer sin la observancia de organismos internacionales de derechos humanos, de temas medioambientales y más.
Para alentar el antiyanquismo mexicano, Andrés Manuel pidió que Estados Unidos retire el bloqueo comercial a Cuba, un tema polémico que ha dividido posiciones hasta en el Congreso norteamericano.
Gas Bienestar, otro gasto de campaña anticipado de Morena
No pudo contener los gasolinazos, como lo prometió, aunque diga lo contrario. Tampoco bajó el costo de la electricidad, dos energéticos que no benefician tanto a su clientela electoral como el gas en cilindros y estacionarios menores.
La empresa de Gas Bienestar de Andrés Manuel López Obrador no tiene el objetivo de competir con las gaseras establecidas, sino repartir dinero en forma de subsidio, con propósitos electorales.
La empresa gasera del gobierno pretende abarcar las zonas más pobres, esto es, la necesidad convertida en lucro político.
En ningún momento le pasó por la cabeza beneficiar a automovilistas y a empresas, esa parte sustancial de las clases medias que ahora forman parte de la guerra mediática de la Cuarta Transformación en la nueva lucha de clases impulsada desde Palacio Nacional.
¿Es broma el nuevo vocero, verdad Claudia?
¿De dónde sacó Claudia Sheinbaum al nuevo vocero Sebastián Ramírez Mendoza? bastaron sus primeras palabras en el discurso inicial para dibujarlo de resentimiento completo.
“Es un orgullo (trabajar con Sheinbaum), imagínense la primera vez que voté tenía 18 años y nos robaron la Presidencia” ¡Qué güeva..!
Anteriormente, Ramírez Mendoza fue muy claro su respeto por los medios de comunicación a los que calificó en múltiples ocasiones y programas como “prensa inmunda”.
Y para terminar una frase en el línea del discurso mesiánica cristiana: “Tengo claro que se puede ser feliz, buscando el bienestar de los demás”.
Los espero este martes a las 3:30 en RadioFormula y Teleformula en el programa de Eduardo Ruiz-Healy
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