Otra vez Atenco
Toluca de Lerdo, 5 de abril de 2022.
Tiene más de dos décadas en el escenario nacional e internacional la región de San Salvador Atenco a partir de la fallida expropiación de tierras ejidales para la construcción de lo que sería el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM).
El pago de siete pesos por metro cuadrado y la oferta de que los pobladores de la región se beneficiarían convirtiéndolos en taxistas, maleteros y lustradores de calzado, fue un agravio social que desencadenó en uno de los principales problemas que marcaron el gobierno del panista Vicente Fox. La lucha social fue encabezada en aquel momento por Ignacio del Valle y agrupada en el Frente de Pueblos por la Defensa de la Tierra (2001). Los machetes como símbolo de la Resistencia Civil en defensa de la tierra cobraron especial relevancia en todas las manifestaciones públicas, las imágenes de represión también de parte de las autoridades le dieron la vuelta al mundo con policías golpeando no solo a los manifestantes sino a los perros que deambulaban cerca de la manifestación; hubo incluso casos de violaciones graves a los derechos humanos que derivaron en recomendaciones y desde luego la repulsa internacional. A la postre resultó un fracaso el decreto expropiatorio.
Otra vez Atenco. En otro intento por volver a “una expropiación concertada”, les fueron compradas tierras a los ejidatarios para el mismo propósito de la construcción del nuevo aeropuerto internacional de la Ciudad de México; que finalmente no se concretó y se cambió su sede a lo que hoy conocemos como el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA), hubo en estas dos intentonas de adquisición de tierras ejidales miles de millones de pesos para lograr ese fin.
Otra vez Atenco. Con la declaratoria de Área Natural Protegida del Lago de Texcoco (2022) en lo que sería parte de las tierras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, resurgen, al escenario mediático el Municipio de San Salvador Atenco y parte de los ejidos y ejidatarios incluidos en la zona de Área de Protección de Recursos Naturales, oponiéndose al decreto. Si bien existe una afectación que limita la propiedad social a determinados usos y aprovechamientos, no les priva de su derecho de propiedad, más aún pueden tener la facilidad de aprovecharlo con apoyo institucional en actividades primarias históricas que pueden, por un lado, mejorar sus niveles de ingresos familiares y por otro, no menos importante, el cuidado y protección del medio ambiente, que beneficiará no solo a los pobladores de la zona si no a toda la sociedad en su conjunto; principalmente la del Estado de México y su zona conurbada que agrupa a más de 26 millones de habitantes que corresponde al 23 % del total nacional.
Más aún, en un momento post-pandemia que la sociedad requiere espacios recreativos y reencontrarse con la naturaleza.
La presión sobre el suelo y los recursos naturales en la zona metropolitana del Valle de México es extremadamente alta, por tanto, recuperar el lago de Texcoco con todas sus especies de flora y fauna nativa y estacionales, le daría a San Salvador Atenco y a los demás ejidos de la zona un realce de compromiso local y global con el medio ambiente.
La función social de la propiedad tiene el principio del bienestar colectivo sobre el particular.
Otra vez Atenco. Tiene la posibilidad histórica de ser un agente de cambio entre una valiente defensa de la tierra desde hace dos décadas, a otra valiente defensa de la tierra y del medio ambiente, veinte años después.
Otra vez Atenco nos puede demostrar que es un pueblo unido, valiente y comprometido con las mejores causas sociales.
Otra vez Atenco.
*El autor es Licenciado en Derecho, Maestro en desarrollo rural; ambiental y de la sostenibilidad. Diplomado en Unión Europea.
@GOGAES