Opinión/Selene Vázquez Alatorre
Víctimas: ¿moneda de cambio?
Por Selene Vázquez Alatorre
Las víctimas de un delito están en un estado de mucha vulnerabilidad frente a sus agresores, a las autoridades, al sistema de justicia y a la forma en que la vida les cambia con un solo hecho fatal. Rehacer sus proyectos de vida en muchos casos es imposible, encontrar soluciones a males mayores es tema de los tribunales, pero también ahora de la Comisión Estatal de Atención a Víctimas de Michoacán (CEAV).
Que la CEAV sea una moneda de cambio pactada con el dirigente del Partido Verde Ecologista de México muestra en parte la vulnerabilidad de la víctimas frente a las autoridades y sus representantes.
Por una parte quien envía la terna en función de un pago de servicios del PVEM desestima la importancia de la institución, pero además falsea una convocatoria de ley convocando a especialistas y organizaciones cuando ya tienen decidido quien será. Atropella así el derecho legítimo de los postulantes y desdeña el escrutinio de sus perfiles y especialidades.
En el otro extremo está el PVEM ampliamente conocido por su rampante pragmatismo y que exige una terna a modo, previamente pactada para que en el Congreso del Estado no tengan más opción que escoger de entre sus compromisos, que dicho sea de paso, sólo han desempeñado tareas administrativas y no de atención inmediata o asesoría jurídica, que constituyen las dos actividades fundamentales de la CEAV.
Y por último, esta el Congreso del Estado de Michoacán que sabiendo esto podría regresar la terna y pedir seriedad al Gobierno del Estado para que presente perfiles respaldados no sólo por organizaciones o firmas, sino por experiencia, preparación y desempeño, pero que por malas prácticas podrían acabar pactando espacios para personas de sus grupos igual de inexpertas.
A juzgar por la violencia desatada en vastas regiones del Estado, es de comprender que existan muchas víctimas directas tanto como indirectas como consecuencias de asesinatos, desplazamientos forzados, despojos, viudez, orfandad y diversos crímenes del fuero común y del fuero federal.
La CEAV creada en 2015 en sus poco más seis años de vida ha pasado una etapa de construcción, otra de reforma de ley, estilos diferentes de apreciar el manejo de la administración y atención a víctimas, tres modificaciones a su estructura interna. Sin embargo, no han logrado atender la tremenda demanda de servicios jurídicos, de atención inmediata, reparaciones e incluso ha ido en declive. Agregando a la complejidad de su funcionamiento que la Ley ampara recursos para la víctimas pero nunca llegan a los fondos de la institución.
Entre los 28 inscritos hubo de todo, pero sólo cinco o seis pueden acreditar preparación real en la atención directa de las víctimas pero ninguno está en la terna adhoc.