Opinión/Rafael Cortés

Los centros nocturnos deben ser un lugar de esparcimiento, para relajarse y disfrutar de la compañía de los amigos, sin embargo, estos se han convertido en una zona de reunión para varias personas que lo que buscan es todo menos divertirse, y por ello hemos visto distintos conflictos de los cuales se lamenta la muerte o desaparición de personas.

Los centros nocturnos tienen que ser monitoreados y prevenir este tipo de sucesos, como el que se presentó a primeras horas de este lunes en Morelia.

Evitar que estos centros trabajen después de las horas establecidas y, sobre todo, que estén regulados y mantengan una seguridad adecuada.