Opinión/José Luis Camacho Acevedo
Cambios en el gabinete, Lozoya, rápido y furioso, mensajes desde Washington
En tiempos de José López Portillo como presidente el enfrentamiento entre Julio Rodolfo Moctezuma y Carlos Tello Díaz, sin duda los hombres más cercanos a su confianza y afecto, se radicalizó a tal grado que el mandatario tuvo que renunciarlos sin remedio.
Para equilibrar las fuerzas al interior de su gabinete, JOLOPO eliminó a las dos herencias más fuertes que su antecesor Luis Echeverría le habría dejado.
Porfirio Muñoz Ledo fue removido de la secretaría de educación y lo exiliaron en la representación de México en la ONU y poderoso coordinador de los priístas en la cámara de diputados, Augusto Gómez Villanueva, tuvo como destino la embajada de nuestro país en Italia.
En los días recientes se ha insistido en que, a su regreso de Washington, el presidente Andrés Manuel López Obrador tendría que realizar algunos cambios inmediatos en su gabinete.
El titular de la SCT, Javier Jiménez, se ha ausentado prácticamente de la escena pública debido a su estado de salud.
De igual manera ya es más que un elemento decorativo el secretario de medio ambiente Víctor Manuel Toledo.
Y dentro de la lista de prospectos para buscar gubernaturas por sus respectivas entidades para el 2021, se encuentran Alfonso Durazo, gran favorito en Sonora y Esteban Moctezuma, que sigue siendo el puntero en las encuestas como candidato de MORENA para San Luis Potosí.
López Obrador, que no tiene dentro de su gabinete a ninguna herencia del pasado, ha dejado que corran con fuerza los temas del regreso a nuestro país de Emilio Lozoya como una especie de testigo protegido para denunciar la corrupción que imperó dentro del gabinete de Enrique Peña Nieto. Y de la misma manera la reapertura del expediente de la operación Rápido y Furioso que implica de una manera definitiva al expresidente Felipe Calderón por la permisividad que otorgó a los carteles más poderosos por el conducto de Genaro García Luna.
Y en una forma paralela se fortalece a la Fiscalía General de la República con el reciente hallazgo de los restos de uno de los normalistas de Ayotzinapa que termina de manera fulminante con la verdad histórica de un peñismo encarnado por Jesús Murillo Karam.
López Obrador demuestra en su viaje a Washington que si ocurren cambios en su gabinete, puede designar a nuevos colaboradores para reforzar su equipo de trabajo.
Su estrategia de equilibrios es con los movimientos de los expresidentes Peña Y Calderón que buscan cambiar la correlación de fuerzas existente después de los comicios del 2021.
López Obrador demuestra una vez más su capacidad de maniobra y deja el mensaje de que en política nada es casual.
EN TIEMPO REAL
1.- Se han reducido los niveles de violencia de Baja California, Baja California Sur, Colima y Quintana Roo. Le comparto cifras importantes de la Secretaría de Seguridad Pública del secretario de Seguridad Pública de Quintana Roo, Alberto Capella, mismas que reflejan que en 2019 se logró detener a 559 personas ligadas al crimen organizado y en lo que va de 2020 se han detenido 467 personas.
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2.- El embajador de Estados Unidos, Christopher Landau, y la embajadora de México, Martha Bárcena, ya se encontraban en espera del vuelo en el que López Obrador iba a llegar. “En el aeropuerto Dulles de Washington con la Embajadora Martha Bárcena esperando la llegada del Señor presidente. ¡Todos muy emocionados para recibirlo en el primer viaje al exterior de su gestión!”, tuiteó Landau.
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3.- El fiscal del caso Ayotzinapa, Omar Gómez Trejo, informa que se identificaron los restos de un normalista desaparecido localizado en un lugar distinto al basurero de Cocula, con lo que se derrumba la “verdad histórica” del gobierno de Peña y u procurador de justicia Jesús Murillo Karam.