Opinión/Jorge Álvarez Banderas
Muchos comerciantes de la ciudad de Morelia, Michoacán; han visto reducida la posibilidad de poder vender alimentos en sus establecimientos los días viernes, sábados y domingos del mes de enero de 2021 después de las 19:00 horas, derivado de la Circular Administrativa Municipal número 054 del pasado 29 de diciembre de 2020, dicho acuerdo solo permite la apertura sin problema de horario a los giros comerciales en materia de salud, combustibles, hospedaje y funerarias.
Tal determinación es violatoria de derechos humanos y sus garantías consignados en nuestra Carta Magna y en tratados internacionales, en virtud de que la venta de alimentos es una actividad esencial; sin embargo, en el momento en que los comerciantes y prestadores de servicios pretenden impugnar tal determinación vía jurisdiccional, se encuentran imposibilitados jurídicamente, al contar con una licencia de funcionamiento de la cual no son titulares.
Lo anterior obedece a que las compañías cerveceras son las propietarias de estas, esto es, se encuentran a su nombre en algunos casos y en otros se encuentran a nombre de testaferros que se prestan al tráfico de dichos permisos de funcionamiento, los cuales son intransferibles, lo que no permite que otro pueda operar su negocio con la licencia de funcionamiento a nombre de un tercero, situación de la cual la autoridad municipal es omisa por así convenir seguramente a sus intereses económicos de cada administración en turno.
De tal aspecto no conoce la autoridad hacendaria estatal ni federal, lo que permite que muchas negociaciones operen al margen de la ley municipal, al no existir una coordinación administrativa y fiscal, evidentemente, bajo la complicidad de la misma autoridad municipal, lo que se traduce indiscutiblemente en un aspecto de corrupción de esta y de las administraciones pasadas, un cáncer que debe ser extirpado indiscutiblemente.
Tal actividad de acaparamiento de licencias de funcionamiento de giros por parte de las cerveceras, soslaya la libre competencia en el mercado, haciendo rehén a los comerciantes por la negativa a obtener una licencia de funcionamiento por estos. @lvarezbanderas