Opinión/Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes
DEL ALMA DE MEXICO A CELEBRAR LA VIDA
Caminos de Michoacán y pueblos que voy pasando...
Federico Villa
*Gonzalo Gabriel Estrada Cervantes
Hay lugares de la República Mexicana tan hermosos como el de Michoacán que lograron ser definidos, como dijera el cásico en cuatro palabras: El Alma de México. Quienes somos naturales de ahí, traemos una honda pena al ver como la tranquilidad que se respiraba hasta los años 90’s, quizás, ha quedado en un pasado que se añora.
Michoacán, poseedor de un territorio que igual que su gente todo lo da; con unas bellísimas costas que lo hacen infinito, se encuentra de unos años para acá con su tejido social roto y sumido en una espiral de violencia irracional.
Hace 30 años, por el trabajo que desempeñaba en la época, pude recorrer los 113 municipios de la geografía michoacana, en los que solo se veía la amabilidad y calidez junto con los ojos y los labios risueños de su gente. Hablar de los caminos de Michoacán, era evocar hermosos recuerdos y asociarlos a sus bellos paisajes, tradiciones e indiscutible gastronomía; de ahí que Michoacán se llamó asimismo, El Alma de México. Hoy parece solamente un cuerpo sin alma.
Quienes por azares de la vida hemos tenido que andar en otras latitudes siempre presumimos a Michoacán, sus aguacates, sus limones, sus mangos, y demás frutas tropicales. Sin embargo, saltamos a la palestra mediática en la época de las llamadas autodefensas. Así como por la gran tradición migratoria hacia Estados Unidos de Norte América. Hoy volvemos con hechos lamentables a situarnos en el escaparate mundial, mostrando nuestras flaquezas con profunda pena, y a veces con la esperanza disminuida y la interrogante, de hasta cuándo seremos capaces sociedad y gobierno de hacer un alto en el camino y de darnos “una tregua” que posibilite otra vez el restablecimiento de la paz y la tranquilidad, a la que sin lugar a dudas aspiramos y merecemos todos.
En épocas recientes, como una paradoja profunda marcada en contra de ser, El Alma de México, pasamos a Celebrar la Vida. Celebrar la vida es una aspiración que tenemos que situarla como paradigma del que se deriven los qués y los cómos para recuperarle el Alma de México al cuerpo geográfico y humano de Michoacán.
*El autor es Licenciado en Derecho, Maestro en Desarrollo Rural y Maestro en Derecho Ambiental y de la Sostenibilidad. Diplomado en la Unión Europea. [email protected]