Opinión/Gerardo Herrera Pérez
Las ánimas y la espiritualidad.
Que importante conocer que la creación y desarrollo de conciencia requiere de una visión antropológica, ambiental, cívica, espiritual, de prevención de la salud, así como de la convivencia que transite a la fraternidad y la participación, nos señala Edgar Morin y Gerardo Herrera.
Pero, cómo comprender la importancia de la espiritualidad, desde la inteligencia; para Howard Gardner y su equipo de la Universidad de Harvard han identificado ocho tipos distintos de inteligencia: lingüístico-verbal, lógico-matemático, viso-espacial, musical, corporal-cinestésico, intrapersonal, interpersonal y el naturalista. Al parecer requerimos de una inteligencia espiritual, para alcanzar el respeto de la otredad en horizontalidad, en donde la vida este al centro y eso nos permita trabajar con los seres vivos en igualdad, toda vez que tenemos la misma génesis, como lo comenta Humberto Maturana en su texto La biología del amor, es decir, la vida es un sistema autopoiético molecular, es la vida que muere.
La celebración de la noche de ánimas en México, es producto de un proceso histórico cultural, que a la llegada de los españoles y en el marco de la conquista genera un sincretismo que impulsa una fusión de formas de comprender el cosmos, pero en donde atraviesa la inteligencia no solo racional o emocional, sino también la espiritual.
Muchos teóricos y filósofos han escrito sobre la importancia de la inteligencia emocional, entre ellos Daniel Goleman, pero hoy, también se habla de la inteligencia espiritual; y es que parece que da sentido leer a teóricos que están trabajando sobre este tipo de inteligencia, veamos: de un amplio análisis de Pérez Lancho sobre la inteligencia espiritual, expresa que, en el caso de Víctor E. Frankl, superviviente de los campos de concentración, también defiende la idea de un inconsciente espiritual. Es en este inconsciente en donde tendrán cabida una moralidad y unas creencias o religiosidad profundas que permiten al hombre dar sentido al sufrimiento, de lo contrario como soportar las vejaciones y violencia de que fueron objeto, judíos, homosexuales, personas adultas mayores, húngaros, personas con discapacidad, en donde sus cuerpos fueron sometidos a experimentos y trabajos forzados, solo por ser diferentes.
Para Robert Cloninger, Przybeck y Svrakic, la espiritualidad es una dimensión de la personalidad que abarca la capacidad de trascendencia del ser humano, el sentido de lo sagrado o los comportamientos virtuosos que son exclusivamente humanos, como el perdón, la gratitud, la humildad o la compasión, o bien el hecho de tener contacto con el otro que ya no es humano, pero es esencia que existe en energía y existe como tal y se da un contacto de energías corporales y energéticas que conviven, que interactúan en el imaginario de la persona que vive, que siente y que respeta la corporalidad que yo no existe más que en energía.
En tanto que para, Emmons, Cheung, y Tehrani, establecen que los cinco componentes de la inteligencia espiritual son: la capacidad de trascendencia; la capacidad de experimentar estados elevados de conciencia; la capacidad de influir en las actividades cotidianas y relacionarlas con un sentido de lo sagrado; la posibilidad de utilizar recursos espirituales para resolver problemas de la vida; y la posibilidad de presentar comportamientos virtuosos, que nos permiten entrar en contacto con el otro que es energía, pero no corporalidad, que nos permite compartir los elementos de la naturaleza, aire, agua, alimento, luz, es decir (comida que le gustaba al familiar ya ánima, el agua, y las bebidas espiritosas, el aire, y el cigarro, la luz que da camino para su llegada, para abrir portales, las flores que dan sentido, que dan olor, que dan color, que abren a este mundo efímero e inmediato (Arredenth, Bauman)
Continúa expresando Pérez Lancho, que según Zohar y Marshall (2001), que acuñan el término de inteligencia espiritual, los seres humanos buscamos dotar la realidad de significado. La describen como la capacidad de reformular y recontextualizar la experiencia y, por ende, la capacidad para transformar nuestra comprensión de la realidad. Por esto, resulta necesario esbozar una propuesta que articule tres inteligencias humanas.
Por un lado, la inteligencia racional queda vinculada a la inteligencia emocional, ya que cognición y emoción se imbrican entre sí, y por otro lado, se asocia a nuestra percepción de significados y valores: la inteligencia espiritual, es decir, tenemos que seguir trabajando desde el pensamiento de la complejidad. Los principales rasgos de la inteligencia espiritual, según Danah Zohar, son: la capacidad de flexibilidad; un grado elevado de autoconocimiento; la capacidad de afrontamiento del dolor; la capacidad de aprender con el sufrimiento; la capacidad de inspirarse en ideas y valores; el rechazo a causar daños a otros; la tendencia a cuestionarse las propias acciones; así como la capacidad de seguir las propias ideas incluso en contra de lo establecido o convencional.
Hoy en la Isla de Janitzio, y en la zona lacustre del Lago de Pátzcuaro y en muchas zonas aledañas a Michoacán, se conmemorara un día más para las ánimas, para venerarlas, para esperarlas con sus bebidas y comidas preferidas, en algunos lugares habrá la música que le gustaba al difunto, habrá convivencia, que se vuelve fraternidad, y que integra la participación social, habrá rezos, oraciones, alabanzas; desde días antes los deudos se reúnen en los campos santos para chaponear el lugar y dejar limpios los espacios donde se levantará la ofrenda, donde se esperaran a las ánimas que en su momento fueron niños, niñas, adolescentes y jóvenes, adultos y adultos mayores.
Me gusta saber que la inteligencia espiritual esta siendo aprendida y transmitida por los alumnos que estudian el doctorado de Eco-educación (a quienes felicito), y que, desde sus espacios escolares, y sus espacios de intersubjetividad estén generando las reflexiones para que la comunidad, en un modelo de aprendizaje dialógico trabajen al unísono para fortalecer la inteligencia de espiritualidad.