Opinión/Gerardo Andrés Herrera
Día mundial del trabajo social.
Gerardo Andrés Herrera Pérez
Que importante en la vida y para los seres humanos, poder servir a la comunidad, no solo a sus pares, sino a los otros que no son humanos pero son seres vivos. Hoy es importante recordarnos que debemos de respetar a la Pachamama la Madre Naturaleza, porque somos naturaleza y porque en ella se genera la vida. Servir al otro constituye un importante reconocimiento, hacerlo resignifica la voluntad de servir a un mundo con seres humanos planetarios.
Por ello, el tercer martes de marzo se celebra el Día Mundial del Trabajo Social, una labor que busca crear una realidad mucho más positiva en los diferentes grupos sociales que conforman un país y la humanidad en general. Debemos de recordar que las acciones positivas tendrán impacto en el planeta a favor de la humanidad, de igual manera las cuestiones negativas lo harán en detrimento de los seres vivos.
Cada persona que hace acompañamiento a su comunidad, a partir de realizar sus mejores obras, debe llamarse trabajador social, trabajador humanitario, es decir, lo será siempre aquella persona que detecta la realidad de las comunidades, busca soluciones a sus problemas de manera conjunta con la colectividad, pero también aprovecha las oportunidades del entorno para hacer que las familias, vecinos o miembros de un conjunto social, vean una mejora positiva en su realidad promoviendo la cohesión social y la participación de las comunidades.
El trabajo social se realiza en un diálogo permanente de manera horizontal, en donde se da la alteridad, sin colonización, siempre en el ejercicio de la tolerancia y el respeto a la otredad con intercomunicación, lo hace convencido de la importancia de la complementariedad de los conocimientos y la sabiduría de la población y siempre en un plano de la ecología de saberes.
En México en la Sede de la Fundación El Sol, se trabaja en diversos escenarios de ayuda humanista, por un lado con la niñez y la adolescencia en su formación para el cuidado del medio ambiente en la zona costera de Michoacán. Entre los jóvenes a quienes hemos formado en diversas temáticas en el programa Semilla de la Universidad de Naucalpan, Estado de México, brindando temas del Ser humano, cuestiones ambientales y ética, situación que permite fortalecer su toma de decisiones.
En Michoacán a través del Proyecto Responsabilidad Social, estamos trabajando a través de plataforma digital con temas relacionados con enfermedades: crónico degenerativas e infecto contagiosas como la Lepra y la Epilepsia, así como el VIH/Sida. De igual manera trabajamos para la transformación de masculinidades hegemónicas en masculinidades positivas que permitan evitar la violencia de género e intrafamiliar que tanto dolor causan; por lo que se apoyan procesos performativos tanto en Morelia como en Pátzcuaro.
Igualmente con jóvenes se realizan actividades de formación en el campo del Proyecto Código QR, en el marco del X Encuentro Nacional de Educación Cívica, a quienes se les brinda atención en cuestiones de Cultura de la Paz y la Legalidad, entre otros temas.Así como el apoyo a estudiantes de educación media superior en el desarrollo de los temas de prevención de la Trata de Personas, adicciones y prevención de la violencia contra las mujeres. No dejamos de reconocer el trabajo realizado con las enfermeras de México y las mujeres de la Costa de Michoacán; así como el trabajo que se realiza a favor de las mujeres en Churintzio, Morelia, Pátzcuaro, Purépero y Apatzingán recientemente celebradas, gracias al trabajo social humanitario del personal de la Sede México de Fundación El Sol.