Opinión/Gerardo A. Herrera Pérez
Humedales de Uruapan
Gerardo A. Herrera Pérez
Diferentes posiciones teóricas y desde la sabiduría (Capra, Clark, Goleman, Maturana, Guattari, de Sousa, Leff, y otras voces nacionales como Toledo, Madrigal, o bien los pueblos originarios entre otros saberes) insisten en que debemos avanzar significativamente en el cuidado y respeto de la madre tierra; y es que, de ello, depende la sostenibilidad de la humanidad, para esta generación que vivimos y para las próximas generaciones, tanto de seres vivos como de los elementos abióticos de la naturaleza.
Pese a la intervención de los organismos internacionales, regionales y nacionales, incluso, locales, que impulsan acciones a través de estructuras operativas, marcos normativos y diseño de política pública para atender las problemáticas que afectan al medio ambiente, se percibe dificultades graves para revertir la crisis que vivimos desde hace doscientos años, es decir, al inicio de la Revolución Industrial, y que hoy nos interpela la realidad a través de la ecosofía a la que alude Félix Guattari, o bien Ernesto Leff, con su complejidad ambiental derivada de la crisis del conocimiento, incluso la crisis financiera, educativa, de salud, y desde luego la crisis del miedo derivado de estos factores, pero también, del crimen organizado que opera de manera planetaria.
Los marcos ideológicos de Estado, el modelo económico neoliberal actual, atado al mercado, la globalización y el patriarcado han logrado dominar a la naturaleza y generar el modelo de hiperconsumo social que vivimos; pero en ese desarrollo, se juega el futuro de la humanidad y de los seres vivos, porque se ha planeado sobre un modelo de recursos naturales infinito, pero, recordemos que la madre tierra es finita y no soporta más explotación de sus recursos.
Para Toledo, en su comentario más reciente en medios de comunicación expresa que, la humanidad se encuentra en una encrucijada, con un historial de 300 años, en donde la sociedad no sabe cómo salir de tres procesos que han permanecido durante este tiempo: aumento de la población mundial, industrialización y consumo de energías fósiles; que sumados al alargamiento de la expectativa de vida de la población genera presión sobre los recursos de la tierra y la manera como son apropiados por el capitalismo.
La Revolución industrial ha pasado a través de doscientos años de utilizar el vapor y el carbón mineral (1784), posteriormente el petróleo que dio paso al motor de combustión interna y a la electricidad (1859); más adelante la industria nuclear alimentada por el uranio y hoy estamos en la cuarta etapa que es digital con la robótica, la biotecnología, inteligencia artificial, hoy mismo, varios teóricos nos hablan que estamos pasando a otra era, dejando ya la era contemporánea o como dice Lyotard la posmodernidad.
Durante todos estos 500 años de colonización, pese a la independencia de las colonias, continuamos viendo algo que no terminó con dicho proceso, continuaron las relaciones de opresión o neocolonización del saber, el poder, la construcción del ser y el utilitarismo de la naturaleza; es decir, de alguna manera esto no concluyó, por ello, se requiere de trabajar en la decolonialidad.
Cada vez que hablamos de igualdad en estos tiempos, se olvida que los cerca de ocho mil millones de humanos en el planeta no todos pueden alzar la voz, contar con valor en sus cuerpos y poder para manifestarse, ni tampoco tienen acceso a las mismas oportunidades; y como dice Rita Segato, la riqueza mundial de unos cuantos sujetos o corporaciones, más bien pareciera ser que deberíamos hablar de dueñitud, porque son pocos los hombres ricos y sus corporaciones dueños de gran parte de la riqueza mundial, entre ella la fuerza de trabajo del hombre. El modelo capitalista histórico, pese a sus crisis, ha venido alineando a los factores de la producción, mercado, la globalidad y el patriarcado y concentrando la riqueza en pocas manos.
Pero la gran pregunta es, qué estamos haciendo para atender las problemáticas que vivimos, qué acciones realizamos para atender a las crisis, cómo estamos trabajando la creación y desarrollo de la conciencia y la inteligencia emocional, cómo avanzamos en la racionalidad ambiental, qué hacemos para impulsar una ecopedagogía; todas estas preguntas duras, que no tienen respuestas duras sino más bien respuestas débiles recaen en la sociedad y desde luego en las autoridades; requerimos de la ecoeducación, requerimos de trabajar en modelos que nos permitan avanzar en el respeto de la naturaleza, debemos de voltear a ver las epistemologías del sur, de trabajar en proyectos de la Paz y la crisis climática; requerimos avanzar en la ecoformación, y la ecoética, con una pedagogía o ecopedagogia que de rumbo a las necesidades de formar a la población en el respeto de la naturaleza, formarnos en el concepto ético de la Carta de la Tierra.
Recientemente el Secretario General de la Asamblea General de la ONU, expresó la importancia de trabajar en el 2022 en cinco áreas de acción: lucha contra COVID19; transformación del sistema financiero global; abordar la crisis climática; el humano en el centro del mundo digital; Paz sostenible. Estos comentarios fueron recogidos en las redes sociales de la Fundación El Sol, como parte del trabajo que se realiza a favor de la humanidad, sobre todo en el tema de la crisis climática y la Paz.
En este sentido, y desde la Sede México de la Fundación El Sol, de manera colaborativa con el Comité Ciudadano del Parque Urbano Ecológico de Uruapan, autoridades académicas de la Facultad de Agrobiología de la UMSNH, autoridades ejidales y comunales y del H. Ayuntamiento de Uruapan a través de la Dirección de Medio Ambiente y CAPASU, Radio Forestal de México, Gira, Ramsar pero sobre todo con líderes sociales como Pedro Cantú con quienes se conmemorará el Día Internacional de los Humedales este próximo 1 y 2 de febrero de la presente anualidad, en donde se desarrollaran diversidad actividades académicas, estéticas y ambientales insitu.
El compromiso es avanzar en el desarrollo de conciencia ambiental, de inteligencia ecológica, así como de racionalidad ambiental, y de conocer el contenido ético de la Carta de la Tierra y otros documentos sustantivos y de diseño de política pública como la Agenda 2030 los ODS de la ONU.
En este sentido, recomiendo ver y disfrutar el contenido del material videograbado “El déficit de naturaleza en los niños y adultos”, preparado por el doctor Juan Manuel Madrigal Miranda, hombre probo, generoso y que trabaja en la formación de las comunidades y su desarrollo humano.
De esta manera, los organizadores, estarán atentos a compartir información a quienes los visiten el día 1 y 2 de febrero de la presente anualidad en el Parque Urbano Ecológico de Uruapan y otros espacios para conmemorar el Día Internacional de los Humedales en Uruapan, Michoacán, México.Otros grupos sociales en el Estado de México, en Naucalpan y en la Ciudad de México desarrollaran diferentes actividades para ayudar a la madre tierra en sus áreas de humedales.