Opinión/Gerardo A. Herrera Pérez.
Se ratifican convenciones contra racismo y discriminación.
Gerardo A. Herrera Pérez.
Ahora las y los mexicanos y en general quien transiten por México, les podrán proteger nuevos marcos normativos para la prevención y atención de la discriminación y el racismo. Estos instrumentos constituyen planteamientos regionales que deberán ser observados por el Estado mexicano.
La ratificación del Senado de la República llega en el marco del próximo Día Nacional y Estatal de Lucha contra la discriminación y en general contra actos de racismo, que deberá conmemorarse el próximo 19 de octubre.
Así el 19 de octubre de 1810, Miguel Hidalgo y Costilla abolió formalmente la esclavitud en México. La esclavitud se sustentó en la discriminación racial, como en un mecanismo de distinción, exclusión, dominación, opresión y muerte.
Han pasado más de 200 años, han sucedido múltiples cambios en nuestra sociedad, pero pese a ello no se ha erradicado la discriminación, la desigualdad en la diferencia de trato social ni las diversas formas de segregación hacia enormes colectivos de la población.
En este contexto es importante señalarlo el Senado de la Republica, de manera unánime ratifico dos convenciones internacionales: a) Convención Interamericana contra el Racismo, la Discriminación Racial y Formas Conexas de Intolerancia y; b) Convención Interamericana contra toda forma de Discriminación e Intolerancia. Ambas suscritas desde 2013 en Guatemala. Por lo que muy pronto estaremos observando estos instrumentos jurídicos publicados ya en el Diario Oficial de la Federación, toda vez que corren el trámite legislativo y será el Ejecutivo Federal quien instruya su publicación.
Los instrumentos jurídicos proponen que todo ser humano es igual ante la ley y tiene derecho a igual protección contra toda forma de discriminación e intolerancia en cualquier ámbito de la vida pública o privada. Pero igualmente la ley habrá de brindar protección contra el racismo, la discriminación racial y formas conexas de intolerancia en la vida pública y privada.
No obstante se deberá trabajar intensamente derivado de las necesidades de impulsar actividades para evitar que siga siendo el racismo una forma de organizar a la sociedad; en este sentido hay mucho por hacer. Por lo pronto el Estado tendrá que garantizar el ejercicio de derechos de todas y todos, y generar una condición de igualdad y dignidad, sin racismo.
Por otro lado, la aprobación de estos dos instrumentos internacionales deja constancia del compromiso del Estado mexicano con la defensa y promoción de los derechos humanos, así como su respaldo a los esfuerzos que a nivel regional se realizan para la protección de éstos, no obstante por lo mucho que hay que adelantar en los grupos en condiciones de vulnerabilidad, se hace indispensable la asignación de los recursos presupuestales necesarios para poder desarrollar el diseño de la política pública que permita dar cumplimiento a estos instrumentos jurídicos contra la discriminación y el racismo y no queden solo en un instrumento jurídico o como se dice, sea letra muerta.