Opinión/Gerardo A Herrera Pérez
Quiropráctica maya.
Gerardo A Herrera Pérez
El mercado Neoliberal demanda no solo de los elementos de la naturaleza para la producción de bienes y servicios, sino, también, del cuerpo de los seres humanos, sus extremidades, los ojos, la boca, y su energía.
Pese a ello, cientos de hombres y mujeres en su actividad cotidiana, trasgreden sus cuerpos, sometiéndolos a dinámicas y trabajos pesados, que los deshidratan, con largas jornadas de trabajo con una misma posición, en ocasiones con golpes, caídas, y en su conjunto deterioran el cuerpo de los seres humanos. Esta situación permite fortalecer el mercado de un modelo global que facilita acceder a servicios de salud, medicamentos, aparatos ortopédicos, resonancias, laboratorios, y en general a los servicios de salud.
El biocapital, una expresión que permite al mercado neoliberal vender los bienes y servicios de salud a las personas que sufren de alteraciones en sus corporalidades; hoy el mercado esta atento a brindar salud, energía, pero también emoción y pasión de aquellas personas que aun quieren disfrutar de sus momentos de intimidad.
No obstante, la existencia de más de 60 millones de personas pobres, en vulnerabilidad, en precariedad, han visto la necesidad de voltear a las prácticas de sanación ancestrales para atender sus problemáticas de salud; la medicina herbolaria, las curaciones, las sanadoras, la quiropráctica, entre otras terapias alternativas, constituyen la única forma de brindar la atención a los cuerpos enfermos o desalineados que requieren tener funcionalidad para poder incorporarse al mercado Neoliberal y continuar recibiendo un salario mínimo para atender el proyecto de sus familias.
A Morelia llegó el maestro Humberto Novelo, quiropráctico con la sabiduría maya, quien ha logrado rehabilitar a cientos de personas, que en brecha generacional suman: niños, niñas, adolescentes, jóvenes, adultos, adultos mayores. Durante varios días, hemos sido diversas las personas que han sido tocados nuestros cuerpos por las manos, por los brazos, por la sabiduría ancestral Maya en poder del maestro Novelo. La magia de la práctica maya, esta centrada en la aplicación de la fuerza que va del uno al veinticinco y desde ahí se puede atender absolutamente todos los cuerpos.
En los diversos cuerpos que son atendidos, se muestra la expresión del rictus de dolor, la falta de movilidad, el dolor de la espalda, de las manos, las rodillas, el dolor de cabeza, en general la falta de oportunidad para desplazarse, es el común de todos los cuerpos, que dejan de ser útiles al modelo económico que vivimos.
La oportunidad que brinda la ancestral práctica maya en materia de quiropráctica a los cuerpos humanos, no solo permite seguir el consumo en el modelo económico, también, les brinda seguir funcionando en una sociedad que demanda cuerpos sanos para el trabajo y para el hedonismo.
El maestro Novelo, ha dejado entre las personas de Morelia un alivio a los cuerpos, ha dejado cuerpos funcionales en una brecha generacional y en donde los pacientes han hecho las mejores reflexiones sobre sus tratamientos.
Una pequeña niña expresó, “gracias volví a caminar sin dolor”, otra persona manifestó “había vivido en el dolor, sin darme cuenta que no era normal”, en mi caso, que tuve una caída de la azotea de mi domicilio, puedo expresar “las manos vigorosas y con destrezas del maestro han permitido alinear mi columna, y han dejado una estela de relajamiento en mis músculos que me dejaron sin dolor”.
La experiencia cotidiana, se vuelve sabiduría y la sabiduría es complementaria al conocimiento; la práctica ancestral de la quiropráctica maya, camina no solo en México, sino por la América Latina y el Caribe y ahora también en los Estados Unidos y Canadá y en la Europa Central.