Opinión/Gerardo A. Herrera
Cultura urbana transmoderna.
Gerardo A. Herrera Pérez
Dos grandes talentos artísticos del grafiti profesional urbano: Disek y Dub, a quienes ya se les conoce como “Los artistas del corazón de la cultura urbana”, y vecinos de Uruapan, han transformado una pared del antiguo edificio de la Sociedad cooperativa de producción La Providencia, S.C.L, en un ejercicio estético, que genera belleza y nos invita a pensarnos en el arte más allá de los espacios privados y cerrados al público, y de expresiones eminentemente constumbristas; hoy se pinta desde la transmodernidad, se pinta la unicidad y la ecoconciencia, porque se rescata el valor de los elementos de la naturaleza y de las plantas, los animales y el humano en una expresión de horizontalidad que se plasma sobre un gran formato, el mural “El Maque de la barranca”.Observamos una propuesta interesante y generosa sobre el contacto de la naturaleza y sus elementos: el agua, el aire, el sol y la tierra, con las plantas y los animales y las manos que generan arte en la presentación de una gran batea de Maque. La transmodernidad nos habla de valores líquidos, pero lo que observamos es traer nuevamente aquellos valores sólido a esta era de la transmodernidad.
La propuesta de Disek y Dub, no solo es innovadora, sino que constituye un valor agregado a los trabajos artísticos que se realizan en los espacios abiertos, y de apropiación de los mismos por parte de las personas que transitan y son vecinos del lugar; nunca más el arte sometido y disciplinado a modelos de jerarquización social y exclusión de amplios sectores de población. El trabajo de Disek y Dub, expresa la vida, su vida, porque ellos son agua, tierra, luz, sol, aire, son producto de una historia que también les llega a ellos, es decir, ellos construyen arte dialogando sentipensamente con otro momento histórico y utilizan los simbolismos para expresar lo que hoy debemos cuidar y hacer sostenible para esta generación y para las próximas generaciones.
La propuesta de nuestros amigos Disek y Dub, constituye un modelo que resignifica el valor de la naturaleza y reexpresa la importancia de cuidar el planeta y los elementos de la naturaleza, pero sobre todo, nos habla de la horizontalidad de la vida, es decir, de considerar que todos los seres vivos tenemos la misma génesis, al ser un sistema autopoietico molecular, de tal suerte, que no podemos seguir pensando en el antropocentrismo, sino, en el ecocentrismo que nos permite valorar y respetar a la vida en el centro, tal como el mural no ofrece dialógicamente la comunicación emocional, el aire, el agua, las plantas, el trabajo, la creación artística, la tierra, es decir la unicidad e interconexión de los cuerpos y la naturaleza.
El grafiti urbano nos demuestra la capacidad y el talento de los artistas gráficos, pero lo hace a través de reconocer la vida al centro y el valor de los elementos de la naturaleza y la gran historia que ha tenido el Maque en la región de Uruapan.La pared de la Cooperativa “La Providencia”, expresa el trabajo colectivo de organización social para el trabajo y la producción de hilados y tejidos de cientos de cooperativistas que durante años trabajaron con el algodón para crear las mantas para muchos diseños de ropa y accesorios para todas las posibilidades. El pintar la barda nos hace voltear a ver un momento de la historia de la humanidad de Uruapan, nos señala que el cooperativismo no está muerto, solo descansa de muchos años de trabajo y precariedad. Que el mural sea también un homenaje para los cientos de trabajadores cooperativistas que se organizaron para mantener un espacio vivo en la producción de textiles, pero igualmente sea un reconocimiento al trabajo de quien murieron y nunca se les reconoció su talento de hacer bateas de Maque, y desde luego a la madre Naturaleza que en unicidad permite que estemos en el día a día observando la alegría del Rio que Canta, el Rio Cupatitzio. El arte urbano avanza bajo un enfoque de ecoconciencia