Observador ciudadano/Enrique Bautista Villegas
Una nota del periodista Antonio Hernández, del pasado 3 de febrero en el diario El Universal, da cuenta de que en 2017 los bancos que operan en México volvieron a hacer su agosto. Gracias a la tasa de referencia del Banco de México, Banxico, (la tasa de interés que el supuestamente ”autónomo” [sic] banco central permite aplicar a las instituciones bancarias privadas). De acuerdo a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) los bancos lograron en 2017 ganancias históricas en el país, alcanzando la suma de $137 mil 735 millones de pesos de utilidad, equivalentes a 28.4% más que en 2016 o 30 mil millones de pesos.
Por su parte, la Asociación Mexicana de Bancos (AMB), señala que “el buen desempeño del sector es consecuencia de un año de crecimiento económico” (sic), y al incremento de las tasas de interés. Al respecto, vale señalar que el buen desempeño solo los banqueros lo ven, pues no se refleja en el bolsillo de la mayoría de los mexicanos, y el incremento en las tasa de interés resulta obvio, pues solo maximizando los intereses que los banqueros cobran a los acreditados, incluidos los tarjeta habientes (tasa de interés activa), y reduciendo los que pagan a quienes guardan sus ahorros en los bancos (tasa de interés pasiva), se puede explicar el crecimiento brutal de las utilidades que los bancos obtiene año con año en México.
De acuerdo a una nota del reportero Roberto González Amador, del diario La Jornada, 1º de febrero de 2018: “BBVA Bancomer, el mayor intermediario financiero en el país, cerró 2017 con un monto de utilidades que calificó de “histórico”, en un periodo en que disminuyó la demanda de crédito por parte de las empresas y las familias”.
En palabras del Director General de Bancomer el año pasado esa institución obtuvo ganancias por 45 mil 603 millones de pesos, 11.8 %más que las obtenidas en 2016. Las utilidades generadas por Bancomer , la filial mexicana del español Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), fueron equivalentes a 40.3 por ciento del total de las generadas por el grupo en los 11 países en que opera, y desde luego mayores que en cualquiera de esos países.
En el caso de Banamex, de acuerdo a una nota del periodista Zacarías Ramírez Tamayo, de la revista Forbes, del 16 de enero del año anterior (https://www.forbes.com.mx/citibanamex-quiere-la-corona-de-los-bancos-en-mexico/), propiedad del grupo financiero estadounidense Citigroup, México es su segundo mayor mercado, luego de Estados Unidos, ya que representa 10% de su negocio global, de acuerdo a Jane Fraser, CEO de Citigroup en América Latina.
“En utilidades México es bastante más grande que Inglaterra y que los tres países más grandes en Asia. También tiene el mayor potencial de crecimiento de todos nuestros negocios y en todas partes del mundo fuera de Estados Unidos. Somos el único banco global en América Latina. Estamos en más de 160 países y tenemos bancos en casi 100”.
Una situación similar se da con otras instituciones bancarias que operan en el país pero son propiedad de bancos extranjeros (ver: https://www.eleconomista.com.mx/mercados/Citibanamex-con-menos-utilidades-20170501-0080.html).nal, es una muestra clara de que la política monetaria y financiera dictada desde el supuestamente “autónomo” Banco de México, opera pensando más en los intereses de los grupos financieros que en los del conjunto de los mexicanos. Esta afirmación queda clara cuando se observa la evolución en la distribución del ingreso y el crecimiento de la pobreza que afecta a millones de mexicanos.
De acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su reporte sobre Medición de la Pobreza referente al índice de tendencia laboral de la pobreza al cuarto trimestre de 2017:
• El poder adquisitivo del ingreso laboral disminuyó 2.5% entre el cuarto trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2017.
• El porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria aumentó de 40.0 a 41.0 entre el cuarto trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2017.
• Durante el cuarto trimestre de 2017 el poder adquisitivo del ingreso laboral bajó 1.4 por ciento.
• No obstante, durante el cuarto trimestre de 2017 se redujo el porcentaje de la población con ingreso laboral inferior al costo de la canasta alimentaria de 41.8 a 41.0 por ciento, derivado de un incremento en el número de ocupados en los estratos socioeconómicos de menores ingresos.
• En 20 de 32 entidades federativas aumentó el porcentaje de población que no puede adquirir la canasta alimentaria con su ingreso laboral. Destacan los estados de Hidalgo, Ciudad de México y Tabasco.
De acuerdo al reporte de Coneval, “el ingreso laboral per cápita real mostró una disminución anual de 2.5% entre el cuarto trimestre de 2016 y el cuarto trimestre de 2017, al pasar de $1,711.62 a $1,669.31. De igual forma, se observa una disminución de 1.4% durante el cuarto trimestre de 2017. El ingreso laboral per cápita real en el cuarto trimestre de 2017 es mayor que en el cuarto trimestre de 2014, pero menor que en el mismo periodo de 2007”.
Es ilustrativo de lo contradictorio que resultan las política económica y financiera y la de lucha contra la pobreza en el país, ya no solo durante los últimos 35 años, sino en lo que va del actual sexenio, y de la pésima contribución a la diminución de mexicanos en pobreza absoluta operada desde el gobierno de la República y desde el supuestamente “autónomo” Banco de México.
Mientras que la pobreza entre la población mexicana sigue creciendo en términos reales, como los demuestra Coneval, los bancos aumentan sus utilidades año con año; estas alcanzaron un valor acumulado de 627 mil 500 millones de pesos durante los últimos seis años, de acuerdo a cifras de la CNBV.
¡Por eso nos urge a los mexicanos un cambio ya!