Observador ciudadano/Enrique Bautista Villegas
OBSERVADOR CIUDADANO
RESULTADOS ELECTORALES EN DUDA
Enrique Bautista Villegas
El primer domingo del mes, 6 de junio, hubo elecciones para Gobernador en tres entidades del país: Coahuila, México y Nayarit. En la última la ganó por amplio margen la alianza PAN-PRD, en la que el segundo, como se ha vuelto costumbre, el segundo fue como cabús del primero.
Las elecciones de Coahuila y el Estado de México concluyeron muy cerradas, no por que los ciudadanos libremente haya repartido su voto de manera equitativa, sino por los actos fraudulentos del PRI durante el periodo de campañas, durante la jornada electoral, en las casillas, y aparentemente durante el cómputo de los votos; resultando como supuesto ganador el PRI.
Sin embargo, a diferencia del pasado, estos hechos se han hecho cada día más evidentes, y no gracias a la prensa escrita y a los medios electrónicos, casi todos sometidos a los intereses de quien detenta el poder en el país (el PRI), sino a la información que se presenta a través de las redes sociales, medio al que puede acceder, ya sea como emisor o como receptor de información prácticamente todo aquel que tiene una computadora, una tableta, o un teléfono celular inteligente.
Desde el inicio de las campañas, pero sobre todo el día de la jornada electoral, y particularmente desde que se inició el cómputo de votos, partidos políticos ofendidos, observadores, y analistas, han venido denunciando los vicios observados durante el proceso; han ofrecido evidencias que parecen demostrar como con la misma participación del supuesto arbitro: el Instituto Nacional Elctoral, INE, a través de sus respectivas representaciones estatales, se manipularon las cifras de los cómputos en las casillas, en los distritos electorales, en los conteos rápidos y en la suma total de los cómputo.
Solo queda esperar que los tribunales electorales actúen con honestidad y transparencia y limpien las elecciones en ambas entidades. Si así fuera, pudiera darse el caso de que en ambas se anularan las elecciones; cuestión inédita en el pasado.
Cualquiera que sea el resultado final una cosa queda clara; que el país en materia democrática está reprobado y va para atrás. Que la corrupción y la impunidad han penetrado hasta el último rincon del ámbito público, con la complacencia y contubernio de quienes se suponen debieran representar a la ciudadanía. ¿Quién dijo que en este sentido estamos mejor que en Venezuela?
Superar esta situación, recuperar el rumbo democrático, erradicar la corrupción y la impunidad solo será posible con la participación de la ciudadanía. En este proceso habrá que utilizar con inteligencia la cada día mayor presencia y penetración de las redes sociales.