Niños y niñas parlamentarias/Gerardo A. Herrera Pérez
Para Apatzingán, como para el Programa de Cohesión Social Apatzingán, y Por amor a mi tierra Apatzingán, es más que evidente que la llegada de los niños y niñas parlamentarias visibilizó, hizo patente, expresó y confirmó lo que ya sabíamos, que el talento de la Tierra Caliente es y será un semillero de niños sensibles, generosos, talentosos, y llenos de posibilidades de crecimiento humano e intelectual.
Haber trabajado con ocho niños y niñas parlamentarios, hizo que reorganizara mi agenda para incluir de manera específica a este grupo de talentos, que hoy también se suman las creatividades de los niños y niñas por la democracia del INE.
Estas acciones han sido gracias, primero a sus padres, comprometidos y generosos, después a las organizaciones de la sociedad civil, como Por Amor a mi tierra Apatzingán, OBC, así como autoridades municipales y estatales y el organismo público autónomo de los derechos humanos CEDH, el INE, sus Centros Escolares, maestros y directivos.
Me ha tocado apoyar a la niñez parlamentaria en procesos de capacitación, de formación ética, de deontología, de la vida al centro para construir la sustentabilidad de esta y las nuevas generaciones, del respeto a la madre Tierra, a la Naturaleza, al medio ambiente y a la biodiversidad.
Con ellos y ellas en colectividad, con sus familias y con la comuna de Apatzingán, hemos caminado de la mano por las calles demandando un mejor planeta, con ellos y sus familiares se han escrito los pronunciamientos por el medio ambiente y por la paz, que ya forman parte de la historia colectiva de Apatzingán y que mediáticamente se puede googlear este trabajo.
Los niños y niñas parlamentarias, son ahora, serán después los jóvenes que ayudaran a su pueblo a mantener la unidad, la cohesión social, a mantener un sistema de valores, un compromiso por el otro, la alteridad, la empatía tanto emocional como cognitiva.
Son quienes nos ayudaran a construir el diálogo horizontal, en complementariedad, en alteridad y en ecología de saberes; son ellos y ellas las que nos ayudaran a seguir trabajando en la construcción de la confianza, la identidad de Apatzingán, de sus valores y de la convivencia.
Los niños y niñas, no son el futuro, ellos ya son el presente en Apatzingán, honor para ellos, para sus padres, para sus docentes, sus directivos, para sus amigos, para la comuna, para sus autoridades.
Felicidades a los diputados y diputadas que impulsaron el proyecto, para la diputada Yaraví Ávila, generosa, que lucho o que luchamos porque fuera realidad la llegada no solo de 40 niños y niñas, sino 118 niños y niñas. Y les digo a los diputados y diputadas, que los que llegaron de Apatzingán, son dignos representantes del Parlamento Infantil 2019, construyen ya con hilos finos y de oro la democracia en la comuna de Apatzingán, y refrendan su compromiso por una educación cívica, por una educación humanista, de equidad, de respeto a los valores y la dignidad, y a los derechos humanos.