Niños y niñas de acero/Gerardo A. Herrera Pérez
NIÑOS Y NIÑAS DE ACERO
Gerardo A. Herrera Pérez
El interés superior del niño y la niñas, el respeto a la dignidad humana, el reconocimiento de sus derechos, pero también el hacerlos efectivos, el ejercicio de ser personas y seres vivos, humanos, la posibilidad de comprensión de atender los problemas que viven ya como miembros de un sistema vivo, es parte de la complejidad que se vive en la niñez.
Reconocer el gran aporte que nos pueden obsequiar la niñez es parte de la comprensión que debemos tener quienes de alguna manera interactuamos con ellos y con ellas, es decir me refiero a: docentes, servidores públicos, instituciones, empresas, organizaciones de la sociedad civil, estamos no solo comprometidos sino convocados a la protección y desarrollo de la niñez en ese interés superior.
Con una gran emoción que invade mi pensamiento, recibí hace unas semanas la invitación a ser padrino de generación de niños y niñas del “Taller de Liderazgo y desarrollo de habilidades” que fue impartido durante el periodo vacacional por extraordinarias docentes: personas llenas de sabiduría y generosidad, talento y de buen diálogo, que generan las sinergias para trasmitir conocimiento y construir nuevas formas de interpretar su realidad con niños y niñas que han reconocido en la horizontalidad del diálogo la complementariedad, la alteridad, pero sobre todo saberse que también pueden ser escuchados, valorados y pueden igualmente participar en el diseño de las acciones sociales.
El ejercicio de estos niños y niñas nos muestran sus capacidades y talentos, sus emociones; pero también nos expresaron la manera utilitaria con que nos apropiamos de la naturaleza, sin respeto, sin compasión, sin reconocer la existencia de seres vivos y el sometimiento que hacemos de los recursos naturales, como el agua, la luz, la tierra y el aire, nuestros bosques, que nos tienen al borde de un colapso ambiental sino se avanza en la aplicación de la Agenda 2030.
Los niños han utilizado las herramientas de las tecnologías de la información y comunicación para presentar sus propuestas y proyectos que permitan entregar a la sociedad una agenda de acciones para evitar más contaminación en el mundo y promover el cuidado del medio ambiente; es decir, ellos y ellas nos enseñan y muestran un camino desde su experiencia para salir adelante en una sociedad compleja, que requiere de hacer cambios profundos en las prácticas sociales que realizamos.
Mis felicitaciones a los niños y niñas del Taller “Liderazgo y desarrollo de habilidades”: Elizabeth, Brando, Leonardo, Fernanda, Emanuel, Arantza, Cristofer, Carolina, Anyel, Lupita, Ashly, Sharon Aja Julia, Josué, Milán, Larissa Cristopher, Caleb, Natalia, Ana Regina, Rafael, Paul, Carlos, Jesús, Maximiliano, Ian Emmanuel, Yuritzi, Astrid y Santiago.
Los niños y niñas antes mencionados, son la expresión de una realidad que es importante que transforme para mejorar la cohesión social, ellos y ellas son extraordinarios, talentosos, creativos, con una generosidad amplia desbordada, y como dice mi amiga Fernanda, a quien respeto y admiro por su calidad profesional y humana y nuevamente reitero “puedo amar la enorme capacidad de agradecimiento de los niños y niñas, ellos no se cansan de agradecer, de sentir, de disfrutar”; solo una mujer sensible, y generosa puede sentir esas emociones, miles de gracias por estar presente en la vida de los niños y niñas estimada Fernanda.
Pero igualmente sus docentes todas ellas importantes para el desarrollo de este taller; especial mención a Edith, a quien deseo que su vida de éxitos la acompañe a seguir tocando corazones y almas para la transformación social de aquellos que necesitan de su sensibilidad y ánimo para continuar en una lucha social permanente. Y es que los niños y niñas lo expresaron, ellos ya son de acero, como las mujeres de acero que los invitaron a participar, que honor escuchar esto de la niñez atendida.
Por ello reitero, el trabajo realizado por Mujeres de acero, es fundamental y oportuno en estos tiempos de confinamiento y pandemia, porque ha permitido formar a una niñez en liderazgo y potenciar sus habilidades para enfrentar su presente y el futuro que les corresponde.
Pero esta historia no termina aquí, los niños y niñas piden continuar con sus prácticas, y nuestras amigas de Acero, ya tienen una propuesta para continuar dando voz, valor y poder a la niñez de acero, pero tan generosos y sensibles, que sobre su alma y corazón corre energía de amor.