Monreal: “vamos a ganar la presidencia”
Cuántas veces —en lo que va del curso de este ejercicio legislativo— hemos visto ese nivel que fluye en los discursos y debates en el pleno de la Cámara Alta. Son, desde luego, una cantidad de momentos apasionantes de quienes integran la asamblea. Aunque, indudablemente, el protagonista principal, no tengo duda, es el Senador Ricardo Monreal, cuyo liderazgo ha superado cualquier barrera y paradigma. De entrada, porque es quien más capacidad tiene en su poder; además de ello, con una madurez probada y comprobada, ha demostrado sacar adelante los temas, eso sí, tomando decisiones acertadas.
Tal vez, no tengo ninguna duda de ello, estamos en presencia del momento coyuntural más importante de la historia legislativa en México. Por supuesto, los grandes acontecimientos se escriben con letras de oro y, con esa rigurosa reflexión, en toda la extensión de la palabra, el nombre de Ricardo Monreal, para ese precedente relevante, mucho tiene que ver en la construcción de acuerdos y consensos al más alto nivel. De esa forma hay certidumbre y, de paso, se ha reducido la brecha en la desigualdad. Los programas sociales, como sabemos, son un elemento inherente en nuestro marco constitucional. Y no solamente eso, también se ha garantizado un mejor esquema en temas de seguridad, salud, educación, comercio, certeza laboral y bienestar, a través de leyes y reformas constitucionales.
Ricardo Monreal, con respecto a todo ello, ha sido un pilar en el trabajo legislativo. Y no solamente es senador, sino a la vez coordinador territorial de Claudia Sheinbaum. De hecho, desde las arengas de la máxima tribuna en la Cámara Alta, el zacatecano ha defendido el proyecto de la cuarta transformación y, a su vez, a quien encabeza la precandidata de Morena. Vale la pena recordar el momento apasionante que se vivió en el Senado, cuando se discutía el nombramiento de la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Existe, como sabemos, una relación sólida entre Ricardo Monreal y Dante Delgado, sin embargo, el zacatecano, a modo de defensa y justificación, dejó en claro su posición y, con ello, respondió la interrogante que muchos medios de comunicación abordaron. La cuestión es que, por la vía del diálogo, no se construyó un acuerdo porque las posturas eran distintas. De hecho, el propio Monreal lo explicó desde la tribuna del pleno. Dijo que, en ese lapso, se entabló una comunicación con Movimiento Ciudadano. El punto es que, con ello, afloró el tema de la sucesión presidencial y, sin medias tintas, ni zigzagueo, Monreal lanzó una proclama: “vamos a ganar la presidencia”.
Monreal, fiel a su estilo, es de los que nunca se confían. Es mesurado y cuida perfectamente las formas, sin embargo, ante lo inminente, reconoce el paso dominante de Morena a la presidencia de la República. Sobre ello, ha dicho que Sheinbaum ganará la elección presidencial. Él, como la inmensa mayoría de mexicanos, estamos convencidos de lo que acontecerá el próximo año. Justo en este momento, Morena tiene, de acuerdo con la encuesta que publicó El Economista hace un par de días, más del 61% de la intención del voto. Incluso, dobla el porcentaje de la precandidata del Frente Amplio por México.
Hoy, de hecho, todas las encuestas que se han publicado coinciden en esa inclinación. SDPnoticias, en su metodología, ha medido el termómetro y, con amplio margen de distancia, Claudia supera a Xóchitl. Y, de manera similar, la ponderación es semejante en El Economista, lo que deja más que claro el panorama que vivimos. Otra muestra de ello es el procedimiento que levantó El Financiero que, a su vez, responde a la misma tendencia y lógica de lo que promedia Sheinbaum. En el caso de Alejandro Moreno, la estimación alcanza un muestreo de más del 50% a favor de Morena. Si hacemos una reflexión, todas tienen un común denominador: la percepción es dos votos a 1.
Con ese fundamento, en todos los casos y en cualquiera de los escenarios, Morena doblegará a la oposición. Se cumplirá, no tengo duda, la concepción que pronunció Ricardo Monreal: “vamos a ganar la presidencia”. Y sí: el lopezobradorismo, con esa maquinaria a su favor, se llevará la silla presidencial y la mayoría de entidades federativas y, con ese efecto, gran proporción de espacios legislativos.
Ricardo Monreal, en ese sentido, tiene mucha razón.