Monreal toma el timón
Hace unos meses, Ricardo Monreal tomó la decisión de pedir licencia. Luego llegó el resultado final de la encuesta y, para ello, Alejando Rojas Días, quien es senador suplente del zacatecano, arribó al pleno de la Cámara Alta para cubrir las tareas. Solo fueron unas semanas que, debemos recordar, se cuestionaron por la posición que adoptó Durán. Pese a ello, ese no fue el motivo para que el zacatecano decidiera solicitar su reincorporación al recinto legislativo. Antes de cualquier aspecto como ese, estuvo la prioridad o, mejor dicho, el voto de confianza que ha depositado el presidente López Obrador en el zacatecano. Y Claudia, ya con el bastón de mando y con poder en la toma de decisiones, seguramente avaló esa situación al ser, ni más ni menos, la mejor combinación para seguir profundizando las políticas públicas.
Como sabemos, Ricardo Monreal se ausentó para ir a recorrer todo el país. Aun así, mantuvo contacto y comunicación con Eduardo Ramírez, quien hace poco fungió como coordinador de los senadores de Morena. A lo que voy es que, con esa interlocución, Monreal constantemente acompañó al Jaguar Negro. Dedicó parte de su tiempo y, de paso, visitó cada una de las entidades del territorio nacional. Se fue, pero siempre estuvo presente su figura en la cámara de senadores. O sea, no quitó los ojos del Senado que, por mucho, hemos denominado el principal sostén o el motor del proyecto de la Cuarta Transformación. Las reformas constitucionales, de hecho, son el pilar que ha surtido efecto gracias a la coordinación de tareas con el ejecutivo federal.
Eso se debe a que, de principio a fin, Ricardo Monreal ha privilegiado el diálogo y el consenso sobre todas las cosas. Hay apertura y flexibilidad, lo mismo que tolerancia con cada uno de los posicionamientos. Eso, sin lugar a dudas, marca la diferencia en un líder como él. Por eso regresó y tomó el timón. Como referente de la fracción— de nueva cuenta— ha tomado el control del legislativo federal. Será, de igual forma, presidente de la Junta de Coordinación Política, como en su primer paso. Eso significa que, políticamente hablando, Monreal se colocará en la primera línea o círculo para tomar decisiones y guiar los trabajos que están en puerta.
El interés del mandatario, como el de millones de mexicanos, es seguir profundizando las bases para un mejor desarrollo. Como sabemos, la capacidad de Monreal es única. Desde todos los ángulos, es el mejor operador de México. Él, de hecho, tejió acuerdos al más alto nivel político durante ese primer lapso que mencionamos. Por eso, Monreal está, como se sabe, nuevamente en la coordinación. Es el guía y estratega de los quehaceres que, en unos días más, comenzarán con la llegada de las iniciativas que envíe el presidente en la segunda semana de febrero. Eso, en cierto sentido, tiene una lógica muy clara para apuntalar los trabajos.
Repito, por eso regresó Monreal a la coordinación. Basta recordar el momento de gloria que vivió antes de solicitar licencia como senador. Cultivó grandes resultados que, a la postre, están impactando positivamente en México. Eso explica la postura de cada uno de los senadores que integran la fracción, pero también de los aliados. Recordemos que, en este periodo, la coalición se constituye con la suma de PT y PVEM. De hecho, Ricardo Monreal, nos cuentan, ya prepara ese regreso al escalón más alto a nivel legislativo y ha comenzado a hilvanar el diálogo. Su primer gran reto será, ni más ni menos, poner en marcha el quehacer para los puntos que aterrizan estos días. Y como las iniciativas son para modificación del marco constitucional, eso redobla el esfuerzo que hay que imprimir.
Ricardo Monreal está preparado y listo para cualquier desafío que hay en puerta. Él, no tengo duda de ello, hubiese sido un gran candidato de Morena y, de paso, un presidente de la República muy exitoso. Su futuro, de hecho, puede estar otros seis años en el legislativo federal, concretamente en el Senado de la República, como líder y coordinador de los trabajos. Un operador nato como él, tiene que ser aprovechado al máximo. Eso lo sabe Claudia Sheinbaum y, sin temor a equivocarme, será la nueva tarea a partir del próximo sexenio.
Mientras tanto, Ricardo Monreal toma el control político del Senado de la República. O sea, tiene en sus manos el timón.