Monreal es aspirante oficial de Morena
Se abre la puerta a un nuevo proceso en la sucesión presidencial adelantada. Resulta que, en un documento expuesto, la dirigencia nacional de Morena- que encabeza Mario Delgado- ha solicitado a los gobernadores emanados de Morena que abran cancha pareja a todos los presidenciales para fortalecer su presencia en cada una de sus entidades. Esto quiere decir que, durante este 2023, veremos con mayor frecuencia a los aspirantes a suceder al mandatario López Obrador a lo largo y ancho del territorio nacional.
En política no hay coincidencias y forma es fondo: algo tuvo que repercutir fuertemente en Palacio Nacional. Quizá la crisis que vive Claudia Sheinbaum en la Ciudad de México motivó al presidente a mover las piezas del ajedrez porque es muy difícil que alguien se sostenga sin que exista un desgaste natural. Creo que eso le está pasando a la jefa de Gobierno de la capital del país quien aprovechó esa etapa, pisoteando la ley electoral, para promocionarse a mansalva con espectaculares y publicidad altamente costosa.
Claudia Sheinbaum ha querido sacar provecho de ese esquema de publicidad, sin embargo, también es cierto que eso le ha traído consecuencias negativas pues ha descuidado sus funciones al frente de la ciudad de México.
Por esa razón, se perciben cambios o modificaciones para que las condiciones tengan equilibrio en la competencia interna de Morena, al menos eso trascendió en un documento que circuló donde la dirigencia que encabeza Mario Delgado pide a los gobernadores impulso- por igual- a Claudia Sheinbaum, Adán Augusto, Marcelo Ebrard y Ricardo Monreal.
Si vemos esta situación- desde otro ángulo- podemos descifrar que, gracias al empuje de Ricardo Monreal, se ha logrado este equilibrio, al menos en el papel. Veremos si en las próximas semanas se lleva a la práctica esta propuesta que nace de la dirigencia nacional. Diría, más bien, que son cambios en el universo electoral que vienen desde la propia sede de Palacio Nacional pues el presidente se ha convertido, en esta ocasión, en el árbitro y mediador de la contienda cuando él mismo generó un clima de esa naturaleza.
Entonces, ese llamado que hace la dirigencia llega en un buen momento pues corrige, de entrada, un clima de favoritismo que se percibía a todos luces a favor de Claudia Sheinbaum. Así se notaba la cargada, incluso de algunos gobernadores que se decantaron por ella. Pero la política es el arte de lo posible.
La carta es, hoy en día, un giro al paradigma presidencial y una batalla ganada para el propio Ricardo Monreal que empujó el asunto para equilibrar el juego presidencial luego de tanta insistencia.
Quien más gana, en este instante, es el coordinador de los senadores de Morena pues se abre una puerta inmejorable para él. De hecho, en algún momento se tuvo que corregir esa situación porque Monreal no bajó la guardia, incluso en momentos muy difíciles donde intentaron defenestrarlo de Morena con una serie de maniobras perversas como el martes del Jaguar.
Caso contrario, la que más pierde terreno es Claudia Sheinbaum quien tendrá que sujetarse a las nuevas reglas de participación interna que, seguramente, solicitó el presidente López Obrador antes de que la situación se saliera de control. Tengo la sensación que eso fue lo que pasó; AMLO corrigió su estrategia; no me cabe la menor duda de ello dado que la competencia estaba entrando en una atmósfera contaminante.
Se da un paso importante que era sumamente indispensable luego de que la oposición pactó una alianza para el 2024. Esa razón motivó a privilegiar la unidad, incluso el documento aborda: “el elemento que nos toca aportar como movimiento y como militantes del mismo es el de la unidad. La unidad a partir del reconocimiento que ningún interés particular puede estar por encima del proyecto nacional y que Morena es un instrumento al servicio del pueblo”.
Finalmente, Ricardo Monreal es, desde este momento, una corcholata oficial de Morena. Se lo ganó. No bajó la guardia y está cosechando los frutos que sembró.