Miscelánea, salud y política/Judith Álamo López
Opacidad a mitad del camino
Judith Álamo López
Ser periodista es tener el privilegio de cambiar algo todos los días: Gabriel García Márquez
Vivimos en México tiempos en que el periodismo ético y de valores al servicio de la sociedad ha sido avasallado por los intereses ideológicos oficialistas versus opositores, la sobrevivencia financiera, los fines empresariales, los retos tecnológicos, y ya irrumpieron en el escenario las alianzas políticas sucesorias y la lucha por el poder en el 2024.
La vieja confrontación tras bambalinas entre miembros de la 4T, resurgió ahora en los titulares de El Universal- Santiago Nieto, extitular de la Unidad de Inteligencia Financiera(UIF) y Reforma-Alejandro Gertz, Fiscal General de la República (FGR), en sendas investigaciones exhiben, cuando menos, opacidad en los miembros cercanos a López Obrador.
El Universal informa el pasado día 6 de diciembre de una investigación realizada por la UIF de la SHCP en contra del Fiscal Alejandro Gertz Manero, a quien se acusa de manejar 7.9 millones de dólares en diferentes operaciones bancarias y compra de 122 automóviles de lujo: casi de inmediato el nuevo titular de la UIF, Pablo Gómez, negó la existencia de tal investigación. Una nota publicada hoy en el mismo diario, reitera la acusación ante la UIF de la familia política, con los mismos datos, de enriquecimiento ilícito.
En paralelo, Reforma publicó que también ante la UIF se presentó una denuncia para investigar que en 25 meses y siendo titular de esa Unidad, Santiago Nieto, adquirió un Audi último modelo y cuatro bienes inmuebles por 40 millones de pesos, con un crédito bancario que lo comprometía a realizar pagos mensuales de 313 mil pesos cuando su ingreso era de 107 mil pesos mensuales. Nieto al otro día declaró que no escondió nada al SAT ni a la SFP, que pagaría el crédito en forma mancomunada junto con su esposa, que "aumentaron sus deudas no su patrimonio."
Interrogado al respecto en la mañanera de ayer -día 7- , Andrés Manuel López Obrador dijo que las acusaciones en contra de funcionarios de su Administración son sólo ataques de sus adversarios que "andan desatados". Vuelto a interrogar hoy, AMLO sonrió socarronamente y externó que hagan las investigaciones, refiriéndose a los diarios denunciantes, y remató: "sigan su camino, yo ya me voy a desayunar".
El señor presidente ya ha abordado el tema en otros contextos, aunque sabemos que despidió a Santiago Nieto de la UIF por sus "extravagancias" y la boda "de escándalo" en Guatemala, mientras que cada vez que es interrogado sobre el fiscal Gertz lo defiende externando hacia él plena confianza en su integridad.
Está en entredicho la lucha contra la corrupción por parte de la 4T: la secretaría de la Función Pública ha sido inexistente, y hoy están bajo sospecha dos áreas sensibles: el titular de la FGR a cargo de la impartición de justicia y la actuación de Santiago Nieto como titular de la UIF, encargada de investigar ilícitos fiscales.
El presidente debiera retomar su compromiso que le dio tantos dividendos, gracias a esa bandera llegó por fin a Palacio Nacional, y sería necesaria la participación del Senado de la República para hacer comparecer al Fiscal , y no sólo para conversar amistosamente.
Para varios analistas ambos casos, el de Nieto y el de Gertz Manero deben investigarse por parte de las autoridades competentes y dar a conocer los resultados.
Para el caso del Fiscal, la Ley de la FGR contempla faltas graves que ameritan la remoción del titular en los artículos 52 y 57, en los que se señalan la obtención de recursos financieros aprovechando el cargo, y el abuso en las funciones, si se llegara a comprobar que intimidó a alguien para beneficiarse, aplicable de comprobarse las acusaciones hechas por la familia política de su hermano Federico, que mantienen en la cárcel a la hija de su pareja, Laura Morán.
Vivimos tiempos aciagos, en que la política se confunde con el evangelio y el poderoso transgrede su ministerio legal por uno que seguramente para él es "legítimo" porque en su mente está librando una batalla épica liberal, en la que todo se vale, para lograr la transformación verdadera en contra del mal conservador.
Tiempos aciagos con retrocesos económicos: una inflación al cierre del 2021 del 7.6%; con 89% de índice de impunidad en cuanto a homicidios; seguimos con un problema grave de desabasto de medicamentos, especialmente en contra del cáncer, insuficiencia renal y epática y el VIH, entre otros datos negativos.
Para colmo, Estados Unidos nos tiene puesto el pie con la imposición del programa "Quédate en México", que convirtió a nuestro país en "tercer país seguro" mientras los migrantes que solicitan refugio en esa nación esperan la resolución, hasta por seis meses, permanecen en nuestro territorio.
Con este panorama complejo, hay que encontrar explicación a la alta popularidad de López Obrador mostrada el pasado día 1 de diciembre.
No deja de ser un fenómeno paradójico: calcado de la capacidad de organizativa del PRI en el poder, ahora gracias a los movimientos subsidiados e instituciones gubernamentales federales y estatales, el lopezobradorismo mostró músculo y logró un mítin en el zócalo y calles aledañas con 250 mil asistentes procedentes de todo el país para celebrar los tres años de entronización de su líder.
Los amlistas aseguran que nunca antes se había dado un fenómeno tan auténtico, como el que presenciamos el 1 de diciembre. Tienen razón, podrá parecerse a tiempos pasados, pero cada acontecimiento tiene sus peculiaridades o realidades objetivas.
Los congregados acudieron "voluntariamente" bajo el control de su jefe o coordinador que seguramente pasó lista, así el día laboral estaría cubierto, pero además sería inolvidable la experiencia de escuchar de viva voz y ver, aunque sea de lejos, al hombre persistente, valiente, determinado y capaz de ofrecerles la tierra prometida, donde vivirán felices.
Si analizamos el momento emotivo de la congregación: luego de haber pasado un largo tiempo de reclusión por la pandemia, con miedo ante el peligro, y en no pocos casos después de haber sufrido la pérdida de algún ser querido -más de 625 mil muertos, según la OMS-, fue muy apreciada la posibilidad de asistir a una gran fiesta con mariachis y música, para escuchar la palabra y recibir la bendición del Elegido. Ni siquiera hubo temor a contagiarse de Covid, estaban protegidos, ya que nunca sería tan irresponsable su líder moral de ponerlos en riesgo sólo para satisfacer su ego. No, eso jamás.
Esta ilusión colectiva de escuchar a su líder reiterarles que su gobierno es del pueblo, para el pueblo y por el pueblo y que son parte fundamental de una Revolución de Conciencias, sin duda, provocó que los asistentes tuvieran una explosión de los neurotransmisores de la felicidad -endorfinas, serotonina etc.-, con música de mariachi y baile, esto fue apoteósico.
Máxime que AMLO ha cumplido -al menos a los que tienen credencial de elector- con garantizarles el pan de cada día -con sus becas y pensiones-, así como el circo al pueblo -con su espectáculo mañanero en que humilla o se burla de quien no le aplauda- "machuchones" y cualquier grupo de poder del pasado a quienes declara públicamente enemigos del pueblo.
Las malas noticias son que ayer dieron a conocer los resultados del Informe de Desigualdad Global 2018-2021, elaborado por la organización World Inequality Lab, y prueba que la desigualdad ha crecido: sólo el 10% de la población concentra el 78% de la riqueza del país.
Y mientras el sexenio se encamina a la segunda mitad, enmedio de una lucha encarnizada por el poder, crecen los escépticos -periodistas, historiadores, juristas, analistas, científicos, académicos y técnicos- quienes alertan sobre el peligro de seguir invirtiendo miles de millones de dólares en PEMEX, la construcción de termoeléctricas, el aeropuerto alterno, trenes y otros magnoproyectos, incluida la reforma eléctrica que, en el mejor de los casos, de concretarse, se convertirán en elefantes blancos, obras carentes de utilidad pública cuyo mantenimiento será altamente oneroso para las futuras generaciones.