Miscelánea, salud y política

Despertar es el dilema
Angela Davis.
No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar:
En México se confirma lo que todos sabíamos, pero nos negábamos a aceptar como realidad consciente: una buena parte del territorio se ha convertido en un cementerio de víctimas de grupos de criminales, seres inhumanos, salvajes y sanguinarios que han operado desde hace décadas con total impunidad bajo el cobijo del poder por connivencia, incapacidad, miedo o indolencia.
Fotos impactantes tomadas por el reportero gráfico de la Agencia France Presse (AFP), Ulises Ruiz Basurto, en el Izaguirre Ranch, en Teuchitlán, Jalisco, muestran los vestigios de cuando menos 200 personas (400 zapatos encontrados, mochilas, documentos…), jóvenes atraídos con promesas falsas de empleo, fueron secuestrados y reclutados en forma forzada para el sicariato.
El centro de reclutamiento y exterminio del rancho ubicado a una hora de la ciudad de Guadalajara se presume era operado por el cartel Jalisco Nueva Generación, la organización criminal más extendida en territorio nacional, las instalaciones inhumanas fueron adecuadas para la tortura, el adiestramiento y la muerte.
Muchas denuncias de desaparecidos cuya última llamada telefónica remitía a ese lugar no lograron alertar a las autoridades, omisas o ausentes frente a los abusos. Narraciones estrujantes de familiares de las víctimas se escucharon con profusión en medios informativos, luego de que hizo público el hallazgo.
Algunos de los rehenes que lograron regresar a sus hogares se mantienen como zombies (muertos en vida), bajo estrés postraumático; familiares de desaparecidos guardan la esperanza de que sus consanguíneos aún sobrevivan bajo el dominio de los delincuentes en alguna otra entidad y ello explique que no hayan regresado a casa ni se hubiesen reportado.
Según informaciones del fiscal general de la República, Alejandro Gertz, la fiscalía jalisciense debió conocer las irregularidades con que operaba el rancho citado debido a múltiples denuncias; pese a ello el equipo técnico especializado no encontró motivos para profundizar las investigaciones.
Aunque la Fiscalía estatal aclara que fue la Guardia Nacional la que descubrió el rancho de marras en septiembre de 2024, ella investiga posibles faltas de su personal comisionado, aunque desde entonces no se registró actividad alguna.
La organización civil Guerreros Buscadores de Jalisco fue la que localizó el centro de reclusión y exterminio de Teuchitlán que exhibe nuevamente a un México bárbaro y salvaje ante el mundo, un narco-Estado o un narco-Gobierno, como ha acusado el presidente de EEUU, Donald Trump a los gobernantes mexicanos: "el gobierno mantiene alianzas intolerables con los carteles del narco".
La verdad es que normalizado el horror de la violencia en nuestra nación, antes del centro de Teuchitlán se han encontrado cientos de fosas clandestinas, centros de exterminio, quizá miles. Escuchemos la última alerta que nos llama a despertar.
¿Cómo defender la imagen del país? ¿Cómo rescatarlo de las garras de las bandas delictivas? Tiempos aciagos en que frente a la pasividad ciudadana y el silencio cómplice de los factores reales de poder dejamos que el país se convirtiera en tierra de criminales sin ley, por obra y desgracia de sus políticos gobernantes, ambiciosos y sin escrúpulos, de décadas atrás hasta el gobierno de López Obrador.
El crimen fue creciendo en México desde mediados del siglo XX, bajo la presidencia de hombres que pretendieron controlar y beneficiarse de recursos aportados por narcotraficantes (Dinastías: Dos familias una nación, Ramón Alberto Garza).
Fue entre 2018 y 2024, con AMLO, cuando se dejó de simular la connivencia con los transgresores, y esta pasó a otro nivel a raíz de que el comandante de las Fuerzas Armadas adoptó la prédica de "Abrazos no balazos" como absurda política de seguridad pública, y se dio la orden a los militares de mantenerse inertes frente a los criminales.
Ahora, toca a la presidenta Claudia Sheinbaum deslindarse de la complicidad con los ahora declarados grupos terroristas. Pero ¿le alcanzará su liderazgo de segundo piso?
Preocupante fue verla el pasado domingo 9 de marzo, cuando los poderosos coordinadores parlamentarios de Morena haciendo futurismo político, frente a la necesidad de mostrar unidad y fortaleza en torno a la mandataria, ellos priorizaron la selfie con el junior Andy López Beltrán, y refrendar así con quien está su corazón.
México está al borde de la recesión, sin reservas monetarias, maltratado por el poderoso del norte que nos usa como tercer país seguro; con la entrada en vigor del 25% de aranceles al acero y aluminio; acusados de producir fentanilo que envenena a estadounidenses y mexicanos también (según la ONU) y de tener un gobierno coaligado a las bandas criminales.
El gobierno mexicano colaborará en el combate a cinco cárteles mexicanos declarados terroristas por EEUU y está obligado a entregar a delincuentes políticos del pasado y del presente para ser enjuiciados.
¿Eso será suficiente para evitar que se ponga fin al T-MEC y se impongan aranceles a todos los productos mexicanos que se exportan al norte? No lo sabemos.
Dada la complejidad de la situación que enfrenta México no es tarde para que los ciudadanos participen en la vida pública; en tanto que la jefe de Estado y de Gobierno podría revaluar con quiénes aliarse para preservar la soberanía nacional e iniciar el rescate de México de la barbarie. Quizá sea necesario reflexionar en que "el machismo es el miedo de los hombres a las mujeres sin miedo", como citó el escritor Eduardo Galeano.