México: Tan lejos de Dios y tan cerca de EU/Miroslava Pacheco
“México: Tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”
“Pobre México tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos” por alguna razón esta frase célebre de Porfirio Díaz nos viene a la mente: en un principio, creíamos que las amenazas de Donald Trump no pasaban de los discursos de campaña, de esos que los políticos nunca cumplen – o por lo menos en México-. Incluso llegamos a creer que no ganaría la elección y que por lo tanto, no teníamos de que preocuparnos. Sin embargo, el panorama fue totalmente distinto y la estrategia que México tenía contemplada falló; pues la visita del entonces candidato Republicano se convirtió en un teléfono descompuesto sobre quién pagaría el muro fronterizo, incluso Videgaray declaró en una entrevista para Carlos Loret de Mola que fue una decisión precipitada pero correcta, “cometimos errores muy importantes, pero debíamos acercarnos”. Ante esto hay que reconocer que aunque esa visita genero polémica, no podíamos descartar la posibilidad de que Trump ganara las elecciones, por esa razón y por todas las consecuencias que ello representa; debíamos mantener cordialidad con ambos candidatos.
En estos momentos la política exterior de México está pendiente de un hilo llamado Luis Videgaray Caso, los retos que enfrenta son muchos y el tiempo es poco. Hace unos días las amenazas de Trump sobre cobrar impuestos a los autos fabricados en México, surtieron efecto y la empresa multinacional estadounidense Ford decidió abandonar la inversión de $1.600 millones de dólares para construir una nueva planta en territorio mexicano, esta es la primera de muchas, pues ahora se encuentran en riesgo otros importantes protagonistas de la industria automotriz, como Fiat Chrysler, incluyendo a General Motors, a quien Trump también ha criticado repetidamente por invertir en nuestro país.
México se convirtió en tierra fértil para las industrias automotrices gracias a que cuenta con una red de 12 Tratados de Libre Comercio con 46 países, mismos que facilitan la exportación a gran parte del mundo. Además otra de las razones por las cuales estas industrias han permanecido en México se debe a que la mano de obra es mucho más barata, lo cual hace que estos negocios sean más rentables en nuestro país. Sin embargo el panorama se torna turbio pues los objetivos de Trump son cerrar las puertas a las inversiones mexicanas; hoy nos damos cuenta que dependemos más de lo que creíamos del país vecino y para muestra basta observar que tras la decisión de Ford, el peso mexicano se depreció a un 1,41% al cerrar en 21,35 pesos por dólar y alcanzó así un nuevo mínimo histórico.
Por otro lado, la crisis que atraviesa México puede aprovecharse para crear una economía sólida, que minimice su dependencia a Estados Unidos, pues tenemos suficiente capital humano pero nos hacen falta recursos financieros para generar empleos de empresas mexicanas y exportaciones de productores mexicanos.