México en la carrera por la Casa Blanca

Para abordar el proceso electoral de nuestro vecino del norte, es muy importante destacar la importancia de la guerra mediática que se desata en cada elección dado que se trata siempre de una lucha por el poder y en esa guerra no importa tanto quien dice la verdad sino quien logra que las mayorías le crean. Este es el caso de la carrera por la Casa Blanca, ahora reanimada por la pareja demócrata Harris-Walz frente a un Trump que se desgasta con su grotesco y pendenciero discurso. Debe recordarse que antes de la nominación de Kamala, las encuestas arrojaban un rechazo mayoritario a ambos, a Biden y a Trump.
Como las anteriores campañas, la mercadotecnia impone el objetivo de estimular visceralmente al electorado más que hacerlo pensar y ante los excesos verbales de Trump, la pareja demócrata busca despertar expectativas más creíbles y de interés social como la problemática migratoria, los derechos de las mujeres y el mejoramiento de las capas medias.
En el espinoso asunto de las relaciones internacionales es aún más clara la polarización. Trump y Vance, su candidato a la Vicepresidencia no quieren saber mucho de la OTAN y de la guerra de Ucrania. Ante ese tema, Kamala está construyendo su propia posición no idéntica a la de Biden que apoyó totalmente a la OTAN y a Zelensky. En lo que coinciden ambos partidos es en el apoyo irrestricto a Israel y a Netanyahu, si bien Kamala guarda más distancia del obsceno genocidio emprendido por ese personaje contra el Pueblo Palestino.
Hacia México, desafortunadamente, una vez más la lucha entre ellos es por ver quién es más radical contra los migrantes. ¿Por qué si en EEUU hay más de 60 millones de hispanos y la mayoría son mexicanos, tanto los republicanos como los demócratas adoptan una política anti inmigrante hacia México, América Latina y el Caribe? Seguramente conocen el fenómeno del rechazo de la población estadounidense en general frente a la migración y saben que este rechazo es compartido por amplios segmentos de los propios hispanos y mexicanos ya radicados allá y quienes ven en cada oleada migratoria un riesgo de competencia laboral y social por encima de cualquier convicción solidaria.
Aun así, la persistente presión de la población indocumentada y del Gobierno Mexicano, sobre todo en este sexenio, ha obligado al Gobierno de EEUU a negociar y conceder paliativos frente a este problema histórico y por ello, los candidatos republicanos y demócratas, enfatizan el control y hasta el cierre de la frontera y a pesar de que las posiciones republicanas son más radicales en este asunto, los demócratas han expulsado a un mayor número de migrantes en las últimas administraciones.
No obstante lo anterior, el perfil de Kamala como hindú y afrodescendiente está generando más simpatías entre las minorías de color aunado a sus declarados compromisos a favor de los derechos de las mujeres.
En el caso de las drogas ilegales, también se ha convertido en un factor clave de esta campaña. La radical y demagógica postura de Trump denostando a todos los migrantes como equivalentes a narcos y delincuentes y amenazando con cerrar inmediata y totalmente la frontera mexicana, ha sido un claro motivo para la reciente captura del Mayo Zambada realizada por Biden mediante un descarado atropello contra la soberanía mexicana para mandar el mensaje de que sí mantiene un efectivo control sobre el narcotráfico originado en México.
La farsa señalada pretende tener un efecto electoral inmediato por parte de ambos partidos. Todo mundo sabe que la clave del problema está en EEUU no en México u otros países. Su enorme y creciente mercado de drogas -el mayor del mundo- es un negocio más administrado por los dueños del poder económico y político del país vecino. Los grandes bancos están involucrados en el lavado de cientos de miles de millones de dólares anuales del narco; la distribución de las drogas es conocida y operada en toda la Unión Americana a ciencia y paciencia de las agencias supuestamente dedicadas a combatirla. Especialmente la DEA, pero, también la CIA y lo peor: los candidatos se desgarran las vestiduras porque mueren por el Fentanilo más de 100 mil jóvenes al año, pero, no dicen que la mayoría de los adictos son quienes están atados a las drogas “legales” administradas por recetas médicas promovidas por las grandes empresas farmacéuticas mediante una red que involucra a las instituciones médicas y a los profesionales del sector. Los opiáceos adictivos son recetados profusamente entre millones de personas que son consideradas como clientes, no como pacientes.
Por lo anterior, antes y después de la farsa electoral de los vecinos, el Gobierno Mexicano hace bien en mesurar su reacción ante las provocaciones contra su soberanía al tiempo que mantiene una firme posición en defensa de la población migrante en ambos lados de la frontera.