México bárbaro/Ricardo Saldaña
Los acontecimientos ocurridos este fin de semana, en la comunidad de francisco serrato, municipio de Zitácuaro, donde fueron linchados y quemados cuatro secuestradores, dan muestra del fracaso gubernamental por ofrecer seguridad a los pobladores de esa y muchas otras zonas del estado.
Aunque es condenable que los ciudadanos tomen la ley por su propia mano, esto es resultado del hartazgo de la población por los altos índices de delincuencia y ante la indiferencia oficial.
Durante el hecho, en el que participaron cerca de mil personas, la turba dio alcance a los delincuentes quienes habían secuestrado previamente a una niña durante un asalto violento cometido en contra de su madre… les dieron muerte y los quemaron.
La gente se cansó de tanta impunidad y al encontrarlos les dieron muerte de manera terrible…hay versiones, que aseguran que miembros de la policía fueron testigos de los hechos y no intervinieron para detener la venganza de la indignada muchedumbre…
Ante lo anterior, el gobernador del estado, Silvano Aureoles, condeno el incidente, al menos reconoció que lo sucedido es una expresión de la debilidad institucional y demando una investigación para castigar la omisión de las autoridades responsables de evitar la tragedia.
La verdad es que algo está mal, pero muy mal en la estrategia de seguridad estatal, donde la delincuencia rebaso a la autoridad desde hace mucho, y que al tiempo, sucedió lo inevitable: el despertar del México bárbaro.