Melchor, Gaspar y Baltazar
Las fiestas de fin de año se acompañan de dos eventos importantes vinculados con los afectos y el consumo para mover el mercado neoliberal; la llegada de Santa Claus (proceso de americanización para México) y desde luego el Día de los Reyes Magos generan, ambos generan altas ventas en el consumo de bienes, servicios y productos vinculados con la compra de cariño.
Santa Claus, en un primer momento, desde mediados del siglo XX, fue visto como un “extranjero indeseable”, promotor de una cultura ajena y una modernidad vinculada al consumo. Pienso que Santa Claus, debió lidiar con las tradiciones católicas mexicanas confrontándose con los Reyes Magos, una tradición centenaria.
Santa Claus, llegó con fines modernizadores, y su función fue “la americanización” de las costumbres mexicanas y su relación con sentar las bases para crear una “cultura comercial”, situación que logro hacer. La celebración del día de Reyes Magos tuvo que coexistir con esta nueva “tradición”, importada y divulgada por medios de comunicación, como el cine y la prensa, a través de sus anuncios publicitarios, sus fotos y sus artículos de opinión, así como por las tiendas departamentales que promueven a Santa Claus. Pese a ello, existe un arraigo a la conmemoración del Día de los Reyes Mayos, cuyos impactos están presentes en prácticamente en todos los espacios.
Hoy mismo, en el ejercicio del trabajo social que desarrollan diferentes perfiles de defensores de derechos humanos, organizaciones sociales, incluso de servidores públicos, existe un trabajo más cercano a llevar a cabo actividades en el Día de Los Reyes Magos, que incluye no solo los juguetes, sino la rosca y los aguinaldos que se les obsequian a las infancias y algunas adolescencias, así como el clásico chocolate en leche para acompañar las delicias de la panadería mexicana.
Organizaciones de la sociedad civil como Ángel de Corazón porque te nace ayudar A.C., y Por amor a mi tierra Apatzingán, OBC, además de la Fundación El Sol, y Grupo de Facto Diversidad Sexual en Michoacán, tanto en Apatzingán, Lázaro Cárdenas, como en Morelia a través de diferentes colonias, salieron al territorio para generar proyectos de cohesión social, es decir, salieron a promover la confianza entre los miembros de las familias de las colonias visitadas, impulsar igualmente la identidad y pertenencia a dichos espacios urbanos, así como a generar los valores sólidos de comunalidad y a promover la convivencia, fraternidad y la participación social.
Durante el recorrido del día de hoy para el festejo del Día de los Santos Reyes, puede observar la importancia de aprovechar el trabajo colaborativo de los padres de familia y sus hijos para atender la convocatoria de dichas organizaciones y asistir al evento que suma actividades lúdicas y de entrega de juguetes, rosca, aguinaldos y el delicioso chocolate en leche; el espacio que se genera entre los convocantes y los asistentes, permite un encuentro para fortalecer las acciones que den sentido a la cohesión social, es decir, para hablar de la importancia de la convivencia, fraternidad y participación bajo el enfoque de perspectiva de respeto a los derechos humanos, de perspectiva de igualdad y no discriminación, de perspectiva de género, así como el principio del interés superior de las infancias y adolescencias, que nos ayuda a seguir fortaleciendo las acciones para evitar la violencia contra las mujeres y las niñas.
Agradezco a la organización Ángel de Corazón que dirige Miguel Ángel Martínez Jiménez y Por amor a mi tierra Apatzingán, OBC, que dirige Fanny Medina de Apatzingán, así como el Festival Internacional de Cuentacuentos de LZC que dirige Sergio Omar García, su compromiso, responsabilidad social y entrega para hacer efectivo el principio de fomentar el interés superior de las infancias y adolescencias en Michoacán.