Matar a la gallina de los huevos verdes
Sí, se trata de la misma metáfora. Se trata de la gallina de los huevos de oro. Y se emplea para ilustrar uno de los fenómenos propios de la estupidez humana: si ves que la gallina pone huevos de oro entonces mátala para extraerle todo el oro que pueda tener adentro.
La metáfora se refiere a la codicia desbordada de quien desea para el presente todos los beneficios económicos, al costo que sea, sin poner atención en las necesidades que tendrá en el futuro. Es una extraordinaria metáfora para entender los riesgos de concepciones y prácticas no sostenibles.
Cuando se habla de Michoacán suele reconocerse y alabarse su gran riqueza natural y cultural, ese parece ser su rasgo distintivo. Su cultura sigue creciendo y es admirable y cautivadora pero la riqueza natural se ha venido achicando y degradando.
La riqueza que generan las actividades productivas en el campo, gracias a la disponibilidad de la riqueza natural, ha estimulado la codicia de los inversionistas. Como la gallina pone abundantes huevos verdes, que generan bastante riqueza se han empeñado, desde hace no menos de 20 años, en perseguir a la gallina para matarla y aprovechar todos los huevos verdes que creen que tiene guardados en sus infinitas entrañas el pobre animal.
Ya casi diseccionan a la pobre gallina y lo único que han encontrado es resequedad y esterilidad. La creciente riqueza ahora está en riesgo porque los huevos verdes se han escaseado. Se han ido los bosques, los ecosistemas y se han ido las aguas. No hay otra gallina, era la única y la siguen sacrificando. La pulsión de la codicia de algunos empresarios no tiene límites y el Estado, que debe cuidar a la gallina de los huevos verdes, ha querido desprotegerla para no interrumpir el delirio de los codiciosos.
A la mitad de su gestión el gobierno estatal tiene el deber de cumplir la palabra que le ofreció a los michoacanos para corregir el conflicto señalado por la metáfora de la gallina de los huevos verdes.
En el eje número 4 del Pladiem 2021-2027, denominado Territorio Sostenible, se asume que, “Tenemos que resolver la paradoja de ser la entidad que ha ocupado por años el primer lugar nacional en valor de la producción agrícola, con amplios sectores de campesinos y productores subsistiendo en la miseria, el abandono y la marginación”.
“Nosotros no somos contrarios al crecimiento económico y a la generación de riqueza, ni al uso y aprovechamiento de los recursos naturales, pero no podemos tolerar un desarrollo que pone en riesgo la vida de comunidades enteras y de ecosistemas”.
Ahí mismo se compromete a “Garantizar la conservación de los bienes y servicios ambientales del territorio estatal, como base para la preservación del patrimonio biocultural y asegurar la sustentabilidad en las actividades productivas que garanticen, a largo plazo, el bienestar de la población”.
Frente a uno de los problemas cardinales reconoce que, “La siguiente crisis será la disputa por el agua, nosotros no perderemos un solo momento en esta materia, buscaremos junto al poder legislativo adecuar, modificar o reformar todos los ordenamientos legales que permitan declararla como un derecho humano de los michoacanos, y dejaremos las condiciones necesarias para evitar que en el futuro sea privatizada”.
Y para rematar, prevé, “Michoacán será en el 2027 una entidad que contará con las bases suficientes para consolidar su proceso de reorganización social, política y económica desde la gestión de su territorio que podrá ser en el corto plazo uno de los más funcionales y vistosos de México”.
Lo cierto es que a la gallina de los huevos verdes la siguen matando los mismos que lo venían haciendo desde hace más de 20 años, y también por lo que se puede apreciar, muy poquito se ha hecho para garantizar que en el 2027 Michoacán sea uno de los más funcionales y vistosos de México.
Estamos a la mitad de la gestión gubernamental y tenemos un panorama francamente preocupante en materia medio ambiental pues sigue creciendo el cambio de uso de suelo ilegal y perdiendo bosques, sigue la privatización del agua en hoyas no reguladas y se siguen destruyendo ecosistemas. ¿Estamos más lejos o más cerca de la sostenibilidad?
Es oportuna y muy necesaria la evaluación y revisión de ese eje 4 del Pladiem, denominado Territorio Sostenible, para reconocer vacíos y aciertos, y para hacer lo que hasta ahora no se ha hecho pero que está comprometido en ese documento formal: detener el cambio de uso de suelo y revertir la privatización del agua.
Valdrá la pena saber si la gallina de los huevos verdes tiene aún posibilidades de sobrevivir para asegurar el futuro de las generaciones venideras o debemos resignarnos al colapso.