Masculinidad y subjetividad/Gerardo A. Herrera Pérez
Existen múltiples expresiones de masculinidad que se comprenden desde la interseccionalidad, pero también desde lo social, cultural, e histórico. De igual manera se puede abordar su análisis a través del diseño de las políticas públicas tanto para mujeres, y hoy para hombres, las mismas se construyen desde el sexo biológico (también un constructo cultural), y desde las cuestiones de los roles de género; pese a ello, en su aplicación pareciera ser que se ignora el papel y la acción de los varones en la realidad social que se pretende resolver en primera instancia. Ello, quita la responsabilidad que corresponde a los hombres en la tarea de alcanzar la igualdad entre mujeres y hombres.
En la construcción del género intervienen diversos actores, así como dispositivos sociales (entre ellos la subjetividad) que plantean diferencias entre hombres y mujeres; no obstante, también encontramos diferencias entre los hombres, es decir, de manera intragenérica; existe una masculinidad hegemónica que somete a otros hombres, pero que al final todos cuentan con relaciones de poder, en sus ámbitos de competencia.
Derivado del trabajo realizado en distintas intervenciones en Michoacán y otras entidades, sobre masculinidades, me ha permitido observar a partir de las narrativas de los participantes en dichos eventos, que el modelo del hombre sostiene autonomía económica, autoridad del núcleo familiar y, una heterosexualidad activa, con exhibición pública de dicha sexualidad; pese a ello, se observan cambios en estas posiciones y existe un abanico de diversidades al hablar de masculinidad.
Dichos cambios, pueden variar estas posiciones hegemónicas, es decir, en estos momentos de la pandemia hay hombres que se quedan en sus casas frente al desplazamiento por cuestiones laborales y pérdida del empleo y que dependen de los ingresos de sus mujeres que salen a trabajar, pero que no necesariamente los hombres asumen actividades de cuidado dentro del hogar; igualmente, algunos hombres han expresado que han dejado en manos de sus mujeres la autoridad frente al espacio público, pero ejercen el poder y la autoridad dentro del núcleo familiar. Con respecto al tercer aspecto, se conoce porque lo expresan algunos hombres su decisión de ser esclavos del género, es decir, vivir un habitus, pero que igualmente mantienen relaciones homosexuales fuera de matrimonio heterosexual.
Si bien existen diferentes formas de expresar estas características (autonomía, autoridad y heterosexualidad), igualmente juntas, separas o combinadas, es importante señalar que los hombres deben realizar varias pautas o normas a seguir (diferenciación de lo femenino, uso de la violencia, prohibición de la homosexualidad) que deben estar reforzadas y en seguimiento por sus pares, amigos o bien los familiares, principalmente los padres, o sea, el mandato de masculinidad al que se refiere Rita Segato. No obstante, se observa que existen tensiones y complejidades para pensar que todos los hombres actúan por igual, cuando tenemos una gran diversidad de normas sociales, sexuales, culturales, que se expresan por lugar, por etapa histórica.
Esta diversidad nos hace reflexionar sobre la importancia de continuar trabajando en la visibilidad de otras masculinidades y en su reconstrucción a favor de no concentrar la autonomía económica y el poder.
Finalmente, también observamos a hombres que se suman a procesos sociales de lucha de las mujeres, sin ser homosexuales, como en ocasiones se puede interpretar, pero también en procesos académicos, como el que vivo en el Doctorado de Género y Derecho de la Instituto Universitario de Puebla, o incluso del diseño de las políticas públicas.
Mi primera conexión con el tema de la masculinidad fue hace algunos años, cuando tuve la oportunidad, primero, de leer Vidas vulnerables, Hombres sonorenses, y el de Activismo y Diversidad sexual de Guillermo Núñez Noriega y después, de conocerlo en persona y escuchar sus disertaciones en la librería Voces en su tinta, al doctor Guillermo Núñez me lo presentó Hugo Palma, desde entonces lo sigo a través de Facebook.
Mucho que trabajar a favor de evitar la violencia, el sometimiento y control de los cuerpos de las mujeres, de otros hombres y del que se puede hacer daño asimismo.