Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Lorca. Cuando Whitman negó el voto a los negros
Ya está en marcha la agenda de la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN ) y vale recordar a un gran poeta del país de uno de los integrantes, a Walt Whitman y su relación con otro gran poeta de habla hispana, que le dedicó una oda: Federico García Lorca. A veces la historia parece injusta porque en lo que puede ser un detalle, defenestra a un gran personaje. Pero en el caso de Walt Whitman no fue un pequeño detalle. El gran poeta considerado por algunos el bardo nacional estadounidense, si bien se asumió antiesclavista y democrático, históricamente pasó como un contrario al abolicionismo de la esclavitud y en determinado momento fue rotundo opositor a que votaran los negros. Estas contradicciones afloran de manera permanente en esa historia que queda como si en esos casos no fuera tan justa. Y los aplaudidores de esos personajes, tratan de borrar lo inconveniente para que su héroe salga impóluto. Es un poco lo se ha hecho con Jorge Luis Borges, que por cierto era gran admirador de Whitman, y su derechismo que lo llevó a expresar su preferencia por Estados Unidos. Hay casos que se retrotraen, por ejemplo se recalca en cierto medio feminista que Aristóteles era antiabortista, cosa normal porque la concepción de ese entonces y por desgracia ahora, es que las mujeres solo son apéndice paridor, de los hombres. Y así nos vamos para terminar dejando desnudos a los grandes pensadores.
WALT WHITMAN Y SU GRAN OBRA HOJAS DE HIERBA, CUESTIONADOS
En un mundo convencional multiplicado en prejuicios, de las iglesias sobre todo y desde luego de sus adeptos, se quieren conocer cuales son las preferencias de los personajes. Las leyes que han reconocido a todos el derecho a decidir su propia vida, se estrella con los señalamientos y descalificaciones como si los heterosexuales fueran perfectos. Las historias sobre Federico García Lorca el gran poeta español asesinado por Francisco Franco y Walt Whitman incluyen esas groseras inquisiciones y todavía los biógrafos de ambos dedican capítulos para tratar el asunto. En el caso Whitman se mencionan investigaciones especiales, afrentosas de parte de quienes las hacen, de sus presuntos amores, en las que aún participan medios e intelectuales. La gran valía que tuvo como poeta, su obra cumbre Hojas de hierba (Alianza Editorial 2012. Traducción de León Felipe ) que incorpora 389 poemas y que se ha reproducido miles de veces en el mundo, pasaba a segundo lugar para esos cuestionadores, ante la vida personal investigada. Critican esa obra por su tema sexual. Pero en cambio, hay miles de reconocimientos a su labor, de Ezra Pound entre ellos y el propio Borges que le dedicó un poema en recuerdo de su muerte ocurrida en 1892. Respecto a la criticas, el no hacía malos quesos porque fue uno de los insistentes de esa absurda historia que pretende quitar méritos a Shakespeare, al sostener que la obra que se le adjudica al poeta de Avon, no es suya. Pero los que distraen la de Whitman por un asunto personal, también hicieron a un lado su verdadera falla: el rechazo real a la negritud, al negarle derechos justos como seres humanos.
GARCÍA LORCA A DIFERENCIA DE WHITMAN, RECHAZA LA DISCRIMINACIÓN
En su obra Poeta en Nueva York escrita por García Lorca entre 1929 y 1930, aparece su famosa oda a Walt Whitman. En ésta al rendir pleitesía al poeta estadounidense, exhibe las preferencia de ambos. Lo manifiesta como un arranque contra el uso vulgar de las preferencias y contra esas actitudes que en realidad han sido creadas por la propia sociedad, que orilla a posiciones extremas. A veces, quienes leen la oda se regocijan de las palabras indignadas del poeta, sin comprender su profundidad. En la presencia de una decisión, siempre debe de haber coherencia y respeto. García Lorca pasó 7 meses en Nueva York invitado por la universidad de Columba y quedó hastiado sobre la forma como eran tratados los afroamericanos en una permanente violación de derechos. A diferencia de Whiman que les niega derechos políticos, el poeta granadino plantea la recuperación de esos derechos, y en general manifiesta su lucha por la paz, la justicia y la libertad. Integrada en su original en 33 poemas en 10 secciones, se han hecho añadidos de parte de esa obra y poemas, que estaban dispersos. Fue publicada cuatro años después de su asesinato y está considerada una obra fundamental por la propuesta humanística y universal que hace. En algunos de esos poemas incluye el problema de los negros de Harlem como un reconocimiento a sus derechos.