Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
La censura se implanta en el mundo y se convierte en una advertencia aterradora
Libros de ayer y hoy
Terror. La censura se instala con el apoyo a Estados Unidos
Teresa Gil
Junto con la balas que resuenan por los rumbos de Ucrania, la censura se eleva a nivel mundial, como un arma más poderosa. Si alguien tiene sangre, nombre y relaciones rusas, ya puede darse por censurado, en un primer nivel que puede llevar incluso a despido, prisión o exilio. No hay diferencia entre la persecución nazi, y lo que están haciendo países que se dicen modernos y democráticos. El director de orquesta Valeri Guérgiev acaba de ser despedido de la Scala de Milán por no haber condenado a Putin.Y es que la censura no es solo un acto de cancelar. Es un agravio humano y un delito en el derecho vigente . Quien censura está cancelando derechos y en el caso de México podría estar cancelando garantías individuales y derechos humanos. La censura abarca tantas cuestiones, que por su gravedad puede llegar a la cancelación de la vida. Quien impide que alguien respire, está censurando su derecho a respirar. Y es que la censura como negación, puede impedir la libertad en todos sus aspectos. La orden lanzada por Estados Unidos y los países aliados contra Rusia, está cancelando todo tipo de derechos, al grado de penetrar en ámbitos que nada tienen que ver con el conflicto. Deportistas, artistas, intelectuales y trabajadores de todo tipo que se han negado a condenar a Rusia, están siendo despojados de sus derechos. La reacción es masiva y mundial y es más acentuada que en la época hitleriana, porque aquella se circunscribía a Alemania y sus aliados y en este caso se extiende al mundo aún cuando los países no hayan declarado formalmente su postura.
NO HAY UN ESTAMENTO MUNDIAL PUBLICADO, QUE OBLIGUE A LA CENSURA
Si por su extensión una guerra se considera mundial debe ser en este caso la ONU la que haga una declaración mundial del conflicto. La guerra que se está desarrollando en Ucrania, no es mundial aunque involucra a muchos países. Aquellos que han expresado su apoyo, tienen que tomar en cuenta la circunstancia en la que están. Si solo apoyan, deben dar a conocer sus alcances. Si entran militarmente al conflicto, tendrían que hacer una declaración interna con alcances jurídicos, que avale ese compromiso. Solo así los ciudadanos pueden estar obligados. Con menores alcances es lo que pasa en los toques de queda. Y un poco más amplio en la suspensión de garantías individuales por región, que es contemplada en la Constitución nuestra. Si en Italia no existe esa formalidad, no solo están despidiendo arbitrariamente a Guérgiev, sino cometiendo un delito contra sus derechos humanos. El director de orquesta no está cometiendo traición a la patria, porque el estatus de Italia no es de declaración de guerra. En la misma circunstancia estamos los mexicanos, cuando el gobierno ha condenado la ofensiva rusa. Muchos, yo por ejemplo como ciudadana, rechazan totalmente el punto de vista del gobierno mexicano que debió insistir en el diálogo, la paz y mantener su posición neutral de no intervención. Yo rechazo en forma tajante, también, que algunos voceros del gobierno, como Jenaro Villamil, den a conocer en forma abierta su postura, elemental en datos y colmada de apoyos hacia el Estados Unidos. Son voceros que desmerecen a la 4T.
LA CENSURA ESTÁ IMPLÍCITA LEGALMENTE EN NUESTRAS VIDAS
Para los que creen que la libertad de expresión es abierta, es que no han leído el artículo sexto constitucional que contradice su frase de que no habrá “ninguna inquisición”, salvo los ataques a la moral, a la vida privada, a los derechos de tercero, a la provocación de un delito y que se perturbe el orden público. El artículo séptimo constitucional tiene las mismas limitaciones ya que remite al párrafo primero del sexto constitucional. La existencia del derecho ya es en principio una censura, porque reglamenta la actividad humana. Su aplicación depende en todo caso de cada gobernante. A lo largo de los tiempos la censura ha campeado y como mecanismo de defensa el ciudadano se replegó y en algunos casos cayó en el servilismo. En el sistema priísta se aplicó la censura tácita aunque ¡ay! del que la violara. Pero había tres casos sagrados abiertos, la esposa y la madre del presidente y la virgen de Guadalupe. La Inquisición en México fue la gran censuradora, hasta con la cancelación de la vida en muchos casos y la historia está llena de escritores y ciudadanos censurados, sujetos a prisión, expulsados de sus países como le ocurrió a Dante por ejemplo y a muchos escritores durante la Segunda Guerra Mundial. En su momento fueron censurados Miguel de Cervantes, Galileo Galilei, Erasmo de Roterdam y un sin fin. De libros censurados y quemados las etapas están llenas y algunos lo fueron por su libertad política, sus aperturas sexuales y hasta por las palabras que se usaban. La censura pasa y pasa por las esferas religiosas, militares, políticas, académicas, corporativas, partidarias, etcétera. De hecho la censura se convierte en una forma de vida y lo vemos en las imposiciones morales de las iglesias. Pero que descaradamente se eleve a nivel mundial como lo está haciendo Estados Unidos presionando a sus aliados, extiende una preocupación aterradora que hace preguntarnos que actitudes seguirán después.