Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
Libros de ayer y hoy
MILES SIN HOGAR POR EL SISMO Y El INE CON SUS FALACIAS
Teresa Gil
Mas de 500 familias permanecen en carpas y en las calles en la CDMX, expuestas al temporal del verano, víctimas del sismo del 19 de septiembre de 2017. Su situación es grave y precaria, igual que la de miles de familias afectadas en pueblos aledaños a la capital, en Puebla, Oaxaca y Chiapas, entre otros estados. El problema no les importa a los gobiernos, menos al INE. Este lo que quiere es fregar a AMLO porque el que será el próximo presidente le reducirá los cuantiosos recursos a ese barril sin fondo que es el INE. Mientras, el órgano electoral está creando una bolita de nieve para lavarse los pecados utilizando torcidamente la ley. Ahora resulta que Morena es el enemigo público numero uno y su ilegalidad es tan grave que amerita los peores epítetos y consecuencias. La forma como los malandrines que lo apoyan han reaccionado ha sido de contento, y a algunos les volvió el alma al cuerpo después de que se enteraron de que les reducirán el salario. No cuentan con 30 millones de votos – y sus aliados familiares que por varias razones no votaron-, que ya están listos para cualquier agresión y enfrentarla como debe de ser. A AMLO lo calificaron de todas las maneras posibles -sin que el INE interviniera-, se organizó una campaña de infamia y descrédito en la que participaban empresas pagadas por partidos cuyos datos el INE no ha dado a conocer. La omisión de ese instituto que se quedó callado ante la intervención directa del gobierno federal en los comicios en el Estado de México y Coahuila también ha sido pasada a la historia. Ahora se trata de rebajarle méritos a Morena, por un fideicomiso que es privado con participación de ciudadanos y que tuvo como fin dar apoyo a los damnificados del sismo de septiembre de 2017. “Es una vil venganza”, ha dicho el tabasqueño al anunciar la impugnación ante el Trife.
REVISTA ARQUINE Y LA MEMORIA Y EL OLVIDO DEL 19 DE SEPTIEMBRE
Mientras la inquina depredadora circula entre los que no se han resignado a los resultados del primero de julio y tratan de agarrarse a cualquier timón para desvalijar la expresión de voluntad de millones de mexicanos, muchos de estos siguen padeciendo -no solo los resultados catastróficos de los últimos sexenios-, las veleidades de la naturaleza que se ensaña con los más pobres. En un excelente artículo publicado por la revista Arquine, del especialista Alejandro Hernández Gálvez, se detalla la situación de último momento -el 19 de julio, 9 meses después-, que viven todavía los afectados por ese terremoto. Como algo paradigmático, el autor destaca la frase crucial que pronunció Miguel Ángel Mancera dos horas antes en el simulacro para recordar los 32 años del sismo de 1985, cuando dijo que se trataba de “rediseñar y replantear una Ciudad de México cada vez más consistente en la protección de la población”. El sismo destructor de 40 edificios que causó la muerte de 228 personas y que afectó a más de 3 mil edificios gravemente -y a muchos más que no fueron enumerados-, se produjo poco después a las 13.14. Las palabras del ahora senador electo por Chiapas quedaron en el aire. Hernández Gálvez sostiene que lo que no fue diferente entre los dos sismos cruciales de 1985 y 2017, “fue la lenta y torpe respuesta de los gobiernos de la CDMX y federal”. En ambos casos fueron los ciudadanos organizados los que tomaron la calle para dar solidaridad a los afectados. Hasta ahora, dice, las cosas no han mejorado, los gobiernos no tienen programas concretos; en la CDMX se trata simplemente de un listado de acciones y hay un cuestionamiento ante el uso faccioso de los 8 mil millones de pesos destinados a la reconstrucción. Mancera todavía intentó expropiar por 46 millones el terreno de Álvaro Obregón donde se produjeron más muertes y agregarlos a 14 millones más para hacer un memorial, lo que ante la presión ciudadana, el actual gobierno de Amieva ha cancelado. Siempre se ha tratado en casos similares, expresa el especialista, de hacer monumentos como una manera de cerrar o sellar simbólicamente un hecho y apostar por el olvido. Lo que al parecer en este caso se está posponiendo con la intención escandalosa del INE de envolver en un truculento caso a Morena en un fideicomiso de apoyo a damnificados. Se pretende castigar con interpretaciones legaloides, acciones ciudadanas a favor, ante las consecuencias de un sismo que todavía -en la vida de miles de personas-, siguen lamentablemente abiertas.