Libros de ayer y hoy/Teresa Gil
La Constitución, la ONU y el concepto de soberanía.
México es un país libre y soberano y sus estados son, frente a la federación, libres y soberanos en su régimen interior. Todo de acuerdo a la Constitución de 1917. En la práctica ha sido otra cosa. Por su parte, los hasta ahora 193 países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) son soberanos según lo especifican sus diferentes documentos. En la práctica tampoco es así. En estas fechas, Venezuela y Michoacán padecen un problema de soberanía. Mientras la primera se debate en la agresión de muchos años de parte de Estados Unidos con circunstancias actuales que están a la vista, Michoacán, un estado mexicano que tiene un conflicto magisterial, reniega de su soberanía y se vuelve pedigüeño a la federación en busca de un acuerdo. Los documentos de la ONU son muy claros en lo referente a la soberanía de sus estados miembros. Uno que no lo fuera, no sería integrante del organismo internacional, se desprende. Aunque la hipocresía normativa se expresa en muchos de esos estados, cuyos gobiernos son leales servidores de otro estado miembro, casi siempre Estados Unidos. El artículo 40 de la Constitución mexicana, sostiene que la República está compuesta por “…Estados libres y soberanos en todo lo concerniente a su régimen interior…” Es decir, su soberanía es plena en el desarrollo de sus funciones y en el ejercicio de sus obligaciones, al menos en la ley. La federación no tiene nada que hacer en tanto no se toque el esquema federal. De una manera burda, la CNTE ha querido involucrar al gobierno federal, tomando vías que presuntamente son federales En ese caso también hay que dilucidar el carácter de las vías, no todas son federales. Las hay internas, incluso en colonias citadinas. Enfrente de mi casa hay vías que usaban los viejos tranvías y no veo a la federación por ninguna parte.
LA CONSTITUCIÓN MORAL Y EL CONCEPTO DE SOBERANÍA
Después de revisar los conceptos de soberanía, se llega a la conclusión de que ésta es la que todo lo puede en un estado, sin entrar necesariamente al carácter normativo. Si en México la soberanía reside en el pueblo como lo preceptúa el artículo 39 constitucional, éste sería soberano aunque no lo fijara la carta magna, porque con su fuerza y relevancia puede hacerlo todo. Incluso cambiar el sistema de gobierno. Es lo que sucede en las revoluciones cuando el derecho brilla por su ausencia. La erección de una constitución moral que guíe los pasos de un país que se perdió en los caminos de la inoperancia, se convierta o no en es un estamento de aplicación, puede ser la demostración de lo que un pueblo soberano puede hacer y deshacer con su fuerza y voluntad si se toman en cuenta sus verdaderas propuestas. Los conceptos que se mencionan para dicha constitución cuya convocatoria está abierta desde el 3 de diciembre y concluirá el 30 de abril de este año, son los que un pueblo soberano tomaría en cuenta para iniciar la ascensión hacia una vida mejor. En esa lista yo pondría en primer lugar a la patria, aunque se discutiría que en un estatus ideal la patria todavía no existe, pero puede decirse lo mismo de la familia y de la sociedad, aunque siguiendo el orden de la convocatoria, están en los conceptos, la persona, la familia, la sociedad, la patria, la especie humana y la naturaleza. El 31 de julio de este año recopiladas la opiniones de la sociedad, se resolverá que hacer con dicha constitución y su aplicación.
LA CONSTITUCIÓN Y LA SOBERANÍA CERCENADAS: ELISUR ARTEAGA
Para el constitucionalista Elisur Arteaga la soberanía es un concepto que se repite en la constituciones -en la actual se le menciona varias veces y en algunas se confunde soberanía con autonomía o independencia-, pero que en la práctica el constituyente nunca ha ejercido. Casi siempre, en todas las constituciones de México, partiendo de la de 1924, los constituyentes han tenido un mandato por escrito, en la 1857 de Ignacio Comonfort y en la de 1917, de Venustiano Carranza. Aunque los constituyentes aportaron algo y cambiaron otro tanto sobre todo en 1917, la fuerza de poderes constituidos terminó imponiéndose en algunos casos y menciona al ejército, los empresarios, gobernadores y sindicatos entre otros. En su libro Cayeron, 67 gobernadores derrocados, 1929-1979.(Editorial Calipso 1979) el escritor sonorense Carlos Moncada Ochoa, menciona los casos en los que cayeron gobernadores estatales, presionados por la federación, que los desconoció, y en muchos casos maniobró violentamente para involucrarlos y hacerlos renunciar. “La soberanía como institución referida a los estados nunca existió; y la autonomía, si bien acotada, está por desaparecer formalmente. México se dirige a ser un estado centralista”, dice Elisur Arteaga. Habrá que ver que sucederá en este gobierno.