Libros de ayer y hoy
México en el gobierno de AMLO, lanzó una norma de protección a los afromexicanos y a los indígenas. Se abrieron posibilidades económicas y de apoyo para hacer que esos núcleos, que de origen afro apenas rebasan los dos millones, tuvieran un vida digna y con posibilidades de desarrollo. En el vecino país no pasa mucho tiempo para que conozcamos otro hecho de agresión a un representante del sector afrodescendiente, como acaba de ocurrir en Nueva York, donde uno de ellos fue asesinado a golpes por policías. Las imágenes del 9 de diciembre han dado la vuelta en este fin de año. El caso no es raro porque seguido hay situaciones como esas que se diluyen después en los espacios jurídicos con sanciones precarias y olvidos y protección de la autoridad. La discriminación, el odio exacerbado en el color de la piel que ahora se capta en los programas que está organizando Donald Trump, exhiben ya la antesala del fascismo donde la raza, un color, un punto de vista son tomados en cuenta como punta de agresión. Después de la Segunda Guerra Mundial que tuvo como causa el nazismo contra los judíos ( hoy representado contradictoriamente en un judío como Netanyahu), en Estados Unidos se han visto varias etapas radicales de esta postura que ahora hace su asomo de manera abrupta y amenazante. Una de ellas se dio durante el macartismo. Pero antes, fueron los negros los esclavizados.
LA CABAÑA DEL TIO TOM Y SU PREVALENCIA RELIGIOSA SOBRE LA ESCLAVITUD
La raza negra ha sido por lo general la esclavizada. La discusión más profunda en Estados Unidos sobre la esclavitud, quizá se dio en los márgenes de la Guerra de Secesión motivada contra ese régimen esclavista que ponderaban sobre todo los sureños del país vecino. Desde antes 1851-1852, el libro La cabaña del Tio Tom ( Editorial Trillas 2020) ya rompía récord en lectura y ventas. El libro logró crear tal interés en un pueblo norteamericano volcado en varias religiones, que se habla que su venta competía con la biblia. Su autora fue Harriet Beecher Stowe escritora auroleada por la religiosidad de su padre y de su esposo y con la intención de empujar el abolicionismo y hacer justicia a ese dios en que creía. Los análisis que se han hecho muchas décadas después sobre ese libro, es que la autora mas bien impulsa una religiosidad que prohíbe la injusticia, que sería la esclavitud de los negros para ella, quizá para caer en otra forma de esclavitud, la propia religiosidad.
EL LIBRO SOBRE EL ESCLAVO TOM, PRESIONÓ EL ABOLICIONISMO EN 1861-1865
El libro de la autora Beecher que entró en crisis en el siguiente siglo, se plantea como una liberación condicionada, no a la libertad propiamente dicha, que debería de tener todo ser humano y que es el fundamento de muchas constituciones, sino en una liberación en el trato. Como si Tom en lugar de vivir en una cabaña miserable, huir o ser vendido, hubiera tenido un buen trato de parte de sus amos, los patrones Shelby. Sus condiciones de negro pobre seguirían adelante, pero se cumplirían los anhelos de la autora. Todo lo que significa el ser humano explotado como trabajador, en su libertad, en el equilibro de su existencia, sobre todo en torno a la distribución de la riqueza, un hecho que planteó Carlos Marx en el mismo siglo en Inglaterra, no se observa en el libro. La idea es que hay que respetar al ser humano porque dios lo ordena y tratarlo bien, Pero su esclavitud no variaba, porque seguía siendo un explotado. Porque seguía siendo, como negro que era, un trabajador al servicio de unos ricos. El propio presidente Abraham Lincoln felicitó a la autora, que por su lado le envió su libro a la reina Victoria de Inglaterra. Pero aunque la esclavitud se decretó, los negros, por el color de su piel siguen siendo discriminados en el país vecino. Y hasta asesinados a golpes.
