Libros de ayer y hoy
Se anuncian cambios ¿Agua que si podremos beber?
Dentro de la discusión que se acentúa el mes de marzo cuando se celebra El Día Mundial del agua, la noticia de que China configuró su descubrimiento de agua en la luna, al menos nos quita un poquito la sed, A casi tres años de que el país de oriente diera con los veneros de 270 mil toneladas de agua congelada cuyas pruebas han sido analizadas con la cooperación de científicos mundiales, se abre un panorama que muchos ya no veremos, pero que algún impacto puede tener en el futuro. En esta época no solo por la celebración que además parte de los meses de sequía, siempre aparece el futuro que nos espera, o sea la muerte inexorable por falta de agua si no actuamos a tiempo. De hecho millones ya están en ese avance, ya que mientras los países poderosos tienen 70 por ciento de almacenamiento, los países pobres apenas rebasan el 20 por ciento. Este futuro se avizora en zonas superpobladas como sucede en Asia donde está el más alto porcentaje de seres humanos, 60 por ciento, con apenas el 36 por ciento del agua mundial. La disparidad de la distribución del vital líquido, pero sobre todo la disposición abusiva que la antecede, suele estar presente en estos tiempos, en todas las regiones del mundo por las leyes abusivas que protegen contratos leoninos, como en México. Sin ir más lejos, en la Ciudad de México la jefatura informó que el ramo inmobiliario controla 5 mil millones de litros de agua por contratos de sexenios anteriores, de diez años. Agua que podría abastecer al menos 100 litros diarios a 134 mil habitantes.
SE DAN ESPERANZAS CON UNA LEY QUE CONTROLE EL AGUA EN MÉXICO
Nunca es tarde y ya se trabaja en una ley que contemple el problema a fondo. Las comisiones de recursos hidráulicos del Senado y la Cámara de Diputados trabajan en esa dirección con el fin de que ese recurso fundamental sea sujeto a revisiones y a la vigilancia estricta de las empresas que lo utilizan. El presidente de la comisión en San Lázaro el morenista Rubén Muñoz Álvarez, no solo informó en medios de ese avance, sino de la presentación que hizo en la ONU del diagnóstico sobre el agua en nuestro país. Un trabajo, El reto del agua en México, soluciones alternas para el sector hídrico cultural, en el que abunda sobre los problemas que vivimos con 21.3 millones de mexicanos que no tienen servicio público, un campo que derrocha agua por falta de tecnología adecuada y el gasto que se hace en la compra de agua embotellada porque no se puede tomar agua directamente de la llave. México empieza a moverse ante el problema vital, cuando la propia ONU a través del Consejo Mundial del Agua, ha declarado una prioridad política su defensa.
EL AGUA, PUNTO CENTRAL DE LIBROS, POEMAS Y CANCIONES
A nuestros cuatro elementos vitales los tratamos con la punta del pie, pero siguen resistiendo todas las destrucciones que se inventa contra ellos el ser humano. Y después, para calmar ánimos, escribimos libros, poemas, canciones, buena opción, aunque lo primero debería de ser el cuidado fundamental de todos ellos. Sobre el agua ya he mencionado en otras crónicas la coincidencia del título del premio Nobel Kenzaburo Oe y la cubana Julieta Campos en sus novelas del mismo nombre, Muerte por agua (de Oe, Seix Barral 2014) El título de esta ultima se cambió en la publicación que hizo de la misma novela el Fondo de Cultura Económica por el nombre Reunión de familia. Pero hay muchos libros sobre el agua,
literarios, científicos, poéticos, de alerta y júbilo en literatura infantil. El agua se presta a muchas cosas. Y en las canciones ahora en estos tiempos en que se menciona la escasez del agua, se recuerda aquella vieja canción Agua que no has de beber, que cantaba con tanta gracia Sarita Montiel. La saco a colación porque en estos momentos el tema de la canción se apega, además, a la realidad, porque habla de un acosador como los que señala Mee Too, de un tipo que agrede, ofende y desprestigia porque la mujer no le hace caso. Y ella no lo permite y exhibe esa situación cantando:
Yo se que vas diciendo que soy mala
que el alma tengo, negra muy negra.
Que soy interesada y pretenciosa
y de orgullosa no cabe más.
Yo se porque de mi vas así hablando
y es que el despecho te está matando,
de no ver tu pasión correspondida.
Eso en la vida lo lograrás.
No te ocupes de mi, no he de ser para ti,
no te canses de camelar.
Agua que no has de beber,
déjala correr, déjala, déjala.