Libre expresión…/Carlos Monge
Deficiente Sistema Estatal Anticorrupción.
“Si no peleas por acabar con la corrupción y la podredumbre, acabarás formando parte de ella”… Joan Baez (1941 – ¿?). Compositora, cantante y activista estadounidense.
El recién aprobado Sistema Estatal Anticorrupción de Michoacán, que los poderes Legislativo y Ejecutivo presumieron con singular alegría, especialmente porque lo habían promulgado en la fecha límite estipulada por el Congreso de la Unión, 19 de julio, resulta que tiene importantes deficiencias, que de entrada, complicarán su debida aplicación.
Baste mencionar 2 ejemplos, para que usted estimado lector, perciba las mañas, estrategias o deficiencias con las que los partidos políticos representados en el Congreso estatal, aprobaron 7 leyes que buscan detener la corrupción y alguna vez castigarla, pero las ponen en marcha sin recursos y sin atribuciones constitucionales para sancionar los casos graves.
Resulta que desde que se discutían en comisiones las presumidas leyes, varios legisladores alertaron sobre la ausencia de atribuciones constitucionales para que el Tribunal de Justicia Administrativa de Michoacán sancione las faltas graves a los marcos legales en mención, que determine la Auditoría Superior de Michoacán o la Secretaría de la Contraloría.
No sé si por dejar todo hasta del último minuto o con total alevosía y ventaja, pero la mayoría legislativa local no tuvo empacho en aprobar así, con semejantes deficiencias, las leyes que deben acabar con la corrupción en el manejo de los recursos públicos y que deberán sancionar también a empresas y particulares.
De tal manera que el Tribunal de Justicia Administrativa no podrá castigar a los servidores públicos corruptos, por lo menos no hasta que se realice una reforma constitucional que lo permita, como lo explicó también la presidenta de dicho órgano, Griselda Lagunas Vázquez.
Otro ejemplo de las deficiencias radica en que no se asignaron recursos para cubrir el costo de los juicios en línea y en el caso de los 2 magistrados especializados en la materia y que deberán sancionar los casos de corrupción, resulta que serán designados hasta enero, cuando las leyes en la materia entraron en vigor el pasado 19 de julio.
Así que durante 6 meses, los actuales tres magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa, tendrán que hacerle frente a lo que les llegue en materia de corrupción, aunque no son especialistas y ni siquiera fueron convocados a participar en las mesas de trabajo para la construcción de semejantes marcos legales.
A todo lo anterior se debe sumar una circunstancia más y que también resulta una enorme deficiencia, y es que la conformación de dicho Tribunal de Justicia Administrativa se hizo bajo el lamentable “reparto del pastel” que hacen los partidos políticos representados en la Cámara local, así que ante semejantes deficiencias, lagunas y vicios, resulta complicado esperar buenos resultados del extraordinariamente cacareado, Sistema Estatal Anticorrupción.
Para colmo, respecto a semejantes deficiencias, lagunas y vicios, el Ejecutivo estatal ya no quiso meter las manos para hacer correcciones y regresar las leyes al Congreso, lo importante era mantenerse en el discurso nacional y optaron por promulgarlas pese a todo.
Lamentablemente las condiciones en el ámbito nacional no son muy diferentes y conste que suman años creando el Sistema Nacional Anticorrupción y también se promulgó con deficiencias y sin tener siquiera al Fiscal Anticorrupción. Ni cómo ayudarle a la clase política nacional y estatal, parece que se esmeran en hacer las cosas mal y en estirar la liga del hartazgo ciudadano.
Ahora bien, resulta comprensible, si consideramos que la correcta creación y aplicación de leyes para contener la corrupción, es en detrimento directamente proporcional de la partidocracia mexicana.
Con la esperanza de que haya una próxima vez… me despido, gracias.